PIÑATOL (Institucionalis preservis)
ACCIÓN TERAPÉUTICA: Agente antiinflamatorio no esteroide. Previene la debilidad institucional.
PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS: Rápida absorción luego de la administración por urna. Los niveles séricos pico se alcanzan de 24 a 48 hs de finalizado el comicio. El Piñatol se absorbe más rápidamente cuando se lo administra acompañado de difusión periodística. En estudios de biodisponibilidad se observó que la administración conjunta con entrega de prebendas, créditos y subsidios no interfirió en la absorción del medicamento.
La vida media del Piñatol es de 4 a 6 meses. Se metaboliza lentamente y se elimina en forma paulatina.
POSOLOGÍA Y MODO DE ADMINISTRACIÓN: La dosis sugerida de Piñatol es de un comprimido ante cada acto eleccionario, puede repetirse según criterio médico.
CONTRAINDICACIONES. Hiperensibilidad extrema. Intolerancia. Pacientes con antecedentes de síndrome reeleccionista repetido de larga data o con legislaturas demasiado nutridas de acólitos. Kirchneritis aguda. En estos casos puede necesitarse la interacción con otros medicamentos.
ADVERTENCIAS. No se aconseja la administración de Piñatol sin la debida difusión a la población.
REACCIONES ADVERSAS. Varias. Desde silencios frecuentes e inexplicables a síndrome de yo no tengo la culpa o ataques de yo no fui. También se suele dar el síndrome de yo te lo había avisado antes. Sequedad de boca y humedad excesiva de ojos (llanto inexplicable). Cardiovasculares: Taquicardias repetidas.
SOBREDOSIFICACIÓN. En casos de sobredosis se aconseja vaciar el estómago induciendo al vómito. No queda otra. Es imprescindible que el medicamento se use por única vez. No se recomienda el uso repetido con el mismo nombre.
Mantener cerca del alcance de los niños (para que vayan aprendiendo)
Industria Argentina.
CHAU CHAU ADIÓS. El Consejo de la Magistratura de la Nación ya está de despedida. A los consejeros que ya dejaron sus saludos, se suman los que ya se sienten afuera del cuerpo. “Algunos colgaron los guantes, y quieren que otros los colguemos”, dijo irónico uno de los integrantes del Consejo que en breve dejará el organismo. El 17 de noviembre asumirán los nuevos consejeros, y como si se tratara de fin de año (fecha en la que la sensación es más cercana a las vacaciones que al trabajo) el Consejo ya piensa en su nueva integración. En los dos últimos plenarios se cortaron clavos para saber si se iba a juntar el quórum necesario para sesionar. De hecho, hace una semana no se logró realizar la reunión por la falta de consejeros. Y este jueves la reunión peligró, pero se hizo. En ambos casos el oficialismo político brilló por su ausencia. Salvo los consejeros Joaquín Da Rocha y Carlos Kunkel, sus compañeros Miguel Angel Pichetto, Nicolás Fernández y Diana Conti no asistieron. A Pichetto se lo vio en el plenario del 26 de octubre pero a la hora de contar los presentes no estaba. Tampoco fueron a las dos últimas reuniones el senador Ricardo Gómez Diez y el juez Abel Cornejo. La sensación de que el nuevo Consejo ya está entre nosotros lo marca los temas que trata el cuerpo. Uno de los más importantes es el ingreso a la Justicia por concurso para todos los cargos. Hasta ahora no se logró tratar y muchos quieren que sea la nueva integración quien lo haga. Este jueves se realizará el ¿último? plenario y se prevé que este tema forme parte del orden del día. Algunos consejeros quieren un plenario extraordinario el 16 de noviembre, el último día de su mandato. El primer consejero es dar las hurras y despedirse fue el mismísimo presidente del cuerpo, Enrique Petracchi, también titular de la Corte Suprema de Justicia. Petracchi llamó a un plenario extraordinario y se quedó hasta el final de la reunión para anunciar que se despedía de sus colegas porque la semana próxima (cuando el Consejo se vuelva a reunir) iba a estar de viaje. Afectuosamente recibió el abrazo y saludo de todos los consejeros. Pero mientras unos se van, otros llegan. El electo consejero por los abogados de la Capital Federal, Santiago Montaña, estuvo presente en los dos últimos plenarios del Consejo para ir palpando la mecánica de su nueva función y charló animadamente con sus colegas. En el primero de los plenarios no hubo quórum pero Montaña fue presentado y se sentó algunos minutos en la mesa grande del Consejo. Ante la ausencia de consejeros para sesionar, algunos irónicamente propusieron tomarle juramento en el momento y que así de quórum. Pero si de consejeros abogados hablamos este jueves Beinusz Szmukler dio la nota de color. Se apareció en el plenario con un típico sombrero gris y les explicó a sus pares que no se trataba de una paquetería sino que como estaba resfriado evitaba así que el aire acondicionado de la sala le dé en su calva cabeza. La explicación hizo estallar de risa a todos los consejeros y público presente. ¿En el nuevo Consejo habrá tanta risa?