“Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”, establece el artículo 32 de dicha Convención que en el día de la fecha resuena aún más por ser el Dia Mundial en contra del Trabajo Infantil.
Uno de los problemas que surge a la hora de resolver esta problemática, se refiere a la repartición de responsabilidades. El tema del trabajo infantil termina siendo a veces una especie de pelota de ping pong que se manda de una bando a otro y de ese modo, el problema social que afecta al presente y futuro de la Argentina prorroga su falta de solución.
“Yo considero que el trabajo infantil en Argentina es un problema serio y grave y creo que el Ministerio de Educación, en particular es el que debería ocuparse” de este fenómeno, afirmó Emilio García Méndez, ex asesor regional de derechos del niño de UNICEF y actual diputado nacional del ARI, quien criticó a los funcionarios de esa cartera por considerar que este problema social no es uno de lo que más deberían ocuparse.
El director del Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, Jorge San Martino, se coloca dentro de la msima línea, ya que cree que se debe “garantizar la escolarización del niño”, según él un punto débil dentro de las reglamentaciones del trabajo artístico y de la colaboración para el sustento familiar
Desde la perspectiva de García Méndez, “las bases para la elaboración de un programa de erradicación del trabajo infantil se hallan perfectamente en la Convención sobre los Derechos del Niño”, caso contrario al que observa sobre el Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“A mí me parece un fracaso desde el punto de vista político cultural, porque si el Convenio hubiera recogido la letra y el espíritu de la Convención, hubiera incluido cualquier trabajo que pueda entorpecer el desarrollo educativo del niño, entre otros y al no haber colocado, esto abrió las puertas para una visión complaciente contra esta realidad”.
El ex asesor de Unicef plantea una coincidencia entre puntos ideológicos distintos, visibles en países como Paraguay, Perú y Bolivia, que toleran y avalan lo que en verdad es un problema.
“Desde los sectores ultraconservadores de derecha, se sostiene el pensamiento de que los pobres deben trabajar para prevenir el delito y desde los denominados ultraprogresistas, afirman que hablar del niño como sujeto de derecho es referiste a una categoría burguesa, por lo tanto debe hablarse de niño como sujeto social y por lo tanto, para construirse como tal, debe trabajar legitimando esta práctica como estrategia de sobrevivencia.”, explicó García Méndez.
Como conclusión “los dos grupos llegan al mismo punto, el niño pobre debe trabajar y de esa manera se legitima la retracción del gasto público en educación”, expresó el diputado del ARI.
Los niños como víctimas
Sobre este tema., Méndez observa que existen dos variables que entran a jugar dentro del problema. Desde su perspectiva, son la Policía y el Ministerio Público los que deben hacerse cargo de las dos premisas que confluyen dentro del problema de la inseguridad a la que se presta la situación de vulnerabilidad de los niños que trabajan: la exclusión social y la ineficiencia policial.
“Pienso que en la Argentina se opera con niveles altísimos como resultado de la corrupción vinculada a la política territorial y su relación con las cajas”, expresó el diputado, quien sostiene afirma que “los dos problemas deben resolverse la mismo tiempo”.
En el marco del Día mundial contra el Trabajo Infantil, el Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes firmará el Circuito para la Restitución de los Derechos Vulnerados por el Trabajo Infantil, San Martino, quién explicó que a través de esta normativa que van a firmar en conjunto con otros ministerios, se reglamentarán los procedimientos de la policía al momento de detectar el trabajo infantil y por lo tanto se trabajará con la “dificultad del ejercicio de la función policial.”