La Ley (que lleva el número 2977) fue sancionada poco antes de finalizar el 2008 y recién se da a conocer hoy. Entre sus fundamentos, la diputada Centanaro señaló en su proyecto: “ante la necesidad de que el consumidor se encuentre en una situación de igualdad en la relación de consumo, resulta imperioso que éste cuente con la información adecuada acerca de sus derechos y garantías, que conozca cuál es su situación en la relación de consumo, para prevenir abusos, y que una vez producidos sepa cómo y ante quién reclamar”.
“La escuela debe tomar un rol preponderante en cuanto a difusión de los derechos se refiere. Máxime cuando el objetivo del Estado debe ser lograr un consumo adecuado por parte los vecinos y, de esta manera, perfeccionar la sociedad de mercado que nos rige”, fundamentó Centanaro.
Además, invocó el artículo Nº 42 de la Constitución Nacional el cual se refiere a que “las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los servicios públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios”.
Por otra parte, el artículo 60 de la Ley 24.240 establece que “incumbe al Estado Nacional, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a las provincias y a los Municipios, la formulación de planes generales de educación para el consumo y su difusión pública, arbitrando las medidas necesarias para incluir dentro de los planes oficiales de educación inicial, primaria, media, terciaria y universitaria los preceptos y alcances de esta ley….”
“Es menester permitir que los alumnos de las escuelas dependientes del Gobierno de la Ciudad, tengan la posibilidad de acceder plenamente a los conocimientos acerca de los derechos y las defensas que los consumidores y usuarios poseen”, consideró Centanaro en el texto del proyecto que previamente había sido aprobado por la Comisión de Consumidores de la Legislatura.
Además, hizo hincapié en que “los niños y jóvenes resultan un terreno más que fértil para un eficaz aprendizaje sobre los derechos que asisten a todos los consumidores y usuarios”.