De aprobarse esta iniciativa, se modificaría el artículo Nº 2 de la mencionada Ley, de manera que “en los casos de actividades regladas por estatutos o regímenes particulares, leyes generales y/o especiales, las disposiciones de esta ley serán aplicables cuando contemplen situaciones no previstas en aquellos o consagren beneficios superiores a los establecidos por los mismos, considerándose en particular cada instituto de derecho del trabajo”.
Esta reforma responde a restaurar el texto original del artículo 2 de la Ley 20.744. “Lo que contribuye al imperativo legislativo de erradicar las normas dictadas por gobiernos de facto, soslayando los más altos preceptos establecidos en nuestra Ley Fundamental”.
El estatuto especial para los trabajadores agrarios se estableció en 1980 y “por un lado eliminaba el impuesto a la transmisión gratuita de bienes sucesorios para acomodar sus tierras familiares, y por el otro ponía en “caja” a los trabajadores rurales con un conjunto de normas especiales. Se regresaba al período anterior a la sanción de la L.C.T. con la división de los trabajadores en permanentes y no permanentes”, respondiendo así a los intereses de la oligarquía que encolumnaba José Martínez de Hoz.
Además, entre los fundamentos del proyecto de ley presentado por los diputados Claudio Lozano y Delia Bisutti, se explica que el régimen que se pretende derogar influyó en la pérdida de la estabilidad de los trabajadores de temporada o estacionales englobándolos en el concepto de “no permanentes”. Eso los privó de “los derechos laborales que poseían, mediante una norma especial arbitraria, discriminatoria e inconstitucional”.
“La norma que aquí derogamos regula relaciones laborales agrarias que se encuentran dentro del Derecho del Trabajo en el que se impone el principio protectorio del favor-operari” explican los diputados, y concluyen que “desde el sistema de encomiendas al día de hoy, y, siendo que nuestro país ha sido y es netamente agroexportador, llenando desde el campo, como siempre las arcas del erario público, no podemos menos que equiparar los derechos de los trabajadores rurales, quienes están y siempre han estado forjando nuestro destino, a fuerza sacrificio y tesón, al del resto de los trabajadores”.
La iniciativa, ingresada el 2 de julio, ya fue girada para ser analizada en las comisiones de Legislación del Trabajo, y de Agricultura y Ganadería.