Este fallo anula uno anterior, que obligaba a la compañía a filtrar los contenidos que circulan por sus redes. Rapidshare es una de las empresas más usadas en la actualidad de las que ofrecen almacenamiento online gratuito a los internautas. Es usual que el servicio sea utilizado para subir materiales con copyright (como música, películas y series). De esta manera se facilita el acceso y la descarga de esos archivos a otros usuarios mediante una dirección web compartida.
Tanto la industria musical como la cinematográfica habían intentado que la compañía pusiera algún tipo de trabas a los usuarios que cuelgan los archivos. Rapidshare, por su parte, había argumentado que filtrar los contenidos manualmente era inviable, e intentar hacerlo mediante palabras clave no era efectivo.
El tribunal estimó esta defensa de Rapidshare, añadiendo que su servicio no funciona como un motor de búsqueda y que son los propios usuarios los que deciden qué contenidos suben y en qué forma los publicitan. Además, especifica que los derechos de autor contemplan que un usuario pueda realizar una copia de un original para uso propio o para compartirla con sus allegados, y que la introducción de filtros automáticos impediría este derecho.
El fundador de la compañía, Christian Schmid, se mostró “satisfecho” por el resultado. “El juicio muestra que los intentos de denunciar como ilegal a nuestro modelo empresarial no triunfaron", declaró Schmid.
La descarga directa de archivos proporcionada por compañías como Rapidshare, Megaupload o Mediafire es más rápida que la que se realiza a través de redes P2P (eMule).
Según recientes estudios publicados en medios europeos, el acceso a contenidos mediante estos servicios supone casi el 24% del total de tráfico en Internet en el suroeste de Europa.