La decisión del Tribunal de Justicia tuvo lugar después de que el abogado y la madre de Housel pidieran al Gobierno británico que intercediera para evitar la muerte del primer hombre de esa nacionalidad en ser ejecutado en los últimos siete años.
En ese sentido, el Ministerio británico de Asuntos Exteriores informó que Londres se opone a la pena de muerte en cualquier circunstancia al afirmar a través de un comunicado que forma parte de su política actuar siempre contra la aplicación de la pena de muerte a ciudadanos británicos, al tiempo que adelantaron que seguirán actuando así en el caso de Tracy Housel".
Housel, esta acusado de golpear y estrangular a una mujer tras un periodo de dos semanas de abusos continuos contra ella. Sus abogados consideraron que fue representado sin las debidas garantías en el primer juicio y que, por ello, se violaron sus derechos humanos.
La madre de Housel viajó a Reino Unido para entrevistarse con el ministro de relaciones exteriores, Jack Straw, quien escribió al Estado de Georgia para solicitar que la pena de muerte sea sustituida por la cadena perpetua, tal como pedía la madre, de Housel, Lula Pellerin.
Asimismo, más de cien diputados británicos, junto con otros organismos legales del paísal que solicitaron la revisión completa del caso al Tribunal Supremo.
En tanto, el abogado de Housel, Robert McGlasson, reiteró ayer a Straw y al primer ministro, Tony Blair, para que pidan a título personal la anulación de la condena tanto al gobernador de Georgia, Roy Barnes, como al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Los abogados de Housel alegaron que su defendido se encontraba temporalmente fuera de sí en la época en que cometió el crimen, a causa de un daño cerebral sufrido cuando era niño, una cuestión que no fue tratada por el tribunal de Georgia que le condenó.