Lo dijo el presidente del Consejo de la Magistratura, Luis María Cabral, al ser consultado por DiarioJudicial.com. La polémica estalló cuando la ministra de la Corte Carmen Argibay pidió quitar los símbolos religiosos de las salas de audiencias. En esta nota, además, las opiniones de Angela Ledesma, Mario Filozof, Daniel Sabsay, Mario Fera y Pablo Gallegos Fedriani. VOTE EN LA ENCUESTA
El presidente del Consejo de la Magistratura, Luis Cabral consideró en diálogo con DiarioJudicial.com que “corresponde hacer una reflexión” para que “a los habitantes que concurren a los tribunales se les garantice igualdad de condiciones” y en ese sentido, entendió que “sería conveniente que los lugares públicos [del Poder Judicial] no contaran con símbolos religiosos”. Cabral fue consultado luego de que este fin de semana la jueza de la Corte Suprema Carmen Argibay planteara la posibilidad de quitar los símbolos religiosos de las salas de audiencias y aseguró que había hablado de ese tema con el titular del Consejo.
“En nuestro país hay una mayoría de católicos y eso tomó como dado que en las salas de audiencias hubiera símbolos propios de la religión cristiana”, dijo Cabral, pero enfatizó que en Argentina “rige la libertad de culto” y subrayó que tanto los jueces como los justiciables “pertenecen a distintas colectividades culturales y religiones”.
El consejero-juez pidió “llegar a un consenso para lograr la mejor inclusión de todos” pero, a diferencia de la ministra Argibay –que consideró que “tener un símbolo religioso condiciona”- Cabral negó que la presencia de un símbolo religioso pudiera “condicionar al testigo o al justiciable”. En cambio, lo planteó como “una cuestión de respeto a cada uno”. Aseguró que dialogó sobre el tema con Argibay -dado que ambos fueron jueces de tribunales orales- y juntos reflexionaron en la idea de “buscar consensos y no tomar decisiones por acto de autoridad”.
En tanto, la vicepresidente de la Cámara de Casación Penal, Ángela Ledesma, coincidió con Cabral en que la presencia de un símbolo religioso “no condiciona” pero advirtió que “para el justiciable que no profesa [la misma fe que pudiera estar representada en ese símbolo] puede crear una situación de parcialidad”. En ese sentido, consideró “prudente” que los símbolos religiosos “se saquen” de las salas de audiencia aunque aclaró que la sala de audiencias del tribunal que integra no cuenta con símbolos religiosos.
A su vez, el presidente de la Cámara del Crimen Mario Filozof -quien aclaró que hablaba a título personal- pidió “diferenciar entre lo que debe hacer el Estado y lo que se puede hacer personalmente”. Dijo que “la Corte tiene el derecho a disponer lo que entienda conveniente respecto de los crucifijos o símbolos religiosos que están inventariados o en despachos de acceso al público” pero no así en lo que “cada magistrado haga en la privacidad de su despacho, en la medida que eso no afecte el desarrollo de las tareas”.
“Lo que está en debate es la laicicidad del sistema”, planteó Filozof y añadió que la Corte puede tomar una resolución en tanto no afecte a los “derechos personalísimos”.
Quien expresó una postura más radical fue el abogado constitucionalista Daniel Sabsay quien se mostró de acuerdo con quitar los símbolos religiosos “cuando el Estado es laico”. El letrado coincidió con Argibay en que la presencia de un símbolo religioso en un tribunal “puede provocar una intimidación que importa una violación al principio de no discriminación”.
En tanto, el presidente de la Cámara del Trabajo Mario Fera recordó que la Constitución, en su artículo segundo, plantea que “el Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”.
Fera, que en noviembre asumirá como representante de la lista Celeste como consejero de la Magistratura, negó que la presencia de crucifijos fuera discriminatoria u ofensiva y sostuvo que era “la expresión de lo que asumió el Estado desde el punto de vista constitucional”. Sin embargo el camarista, de reconocido compromiso con la fe católica, afirmó que el tema ameritaría el “intercambio de ideas” y se mostró “dispuesto a dialogar”.
Por su parte, el presidente de la Sala V de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal Pablo Gallegos Fedriani eligió pronunciarse sobre el tema con una frase de un doctor en doctrina social de la Iglesia quien señaló que cada uno puede pensar lo que quiere, pero que Dios tiene “existencia constitucional” en el país: el camarista recordó que se nombra a Dios (a secas, sin decir de qué Dios se trata) en el Preámbulo y en el artículo 19, que señala que “las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados(…)”.
Consultado por este medio en relación con el posible condicionamiento a los justiciables frente a la presencia de un símbolo religioso dijo: “Puede llegar a ofender”. Pero, en línea con Fera, recordó el artículo segundo de la Carta Magna y afirmó que “ordenar que retiren los crucifijos estaría en contra de la Constitución” aunque aseguró que si a alguien lo ofendiera, él lo retiraría.
Antecedentes en fallos
En 2003, la jueza en lo Contencioso Administrativo Federal Susana Córdoba hizo lugar a un planteo de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) y ordenó retirar una Virgen del Rosario que estaba ubicada en la Planta Baja del Palacio de Tribunales. La Cámara del fuero dio vuelta ese fallo y permitió la permanencia del símbolo religioso. Finalmente, aunque no llegó a dictar sentencia sobre el tema, la Corte resolvió quitar la imagen de la virgen.