Estados Unidos reconoció que en los ´40 realizó experimentos con ciudadanos guatemaltecos, a los que infectó con enfermedades de transmisión sexual. Obama se disculpó con su par de Guatemala. Ahora ese país podría reclamar que delitos sean calificados de “lesa humanidad”.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le pidió perdón este viernes a su par de Guatemala, Álvaro Colom, por los experimentos que realizaron médicos del servicio de salud pública de ese país que infectaron con sífilis y gonorrea –sin el conocimiento o consentimiento de los afectados- a 696 guatemaltecos para estudiar los efectos de esas enfermedades venéreas y cómo la penicilina podía combatirlas.
El gesto de Obama hacia Colom se dio días antes de que la profesora universitaria Susan Reverby diera a conocer un estudio sobre cómo cientos de presos, soldados y pacientes de hospitales psiquiátricos guatemaltecos fueron usados por los galenos estadounidenses, entre 1946 y 1948. Seis años después, en 1954, un golpe militar derrocó al presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz, con la colaboración de la CIA.
Antes del diálogo telefónico entre los presidentes, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, también pidieron disculpas y señalaron que las pruebas médicas “claramente carecía[n] de ética”. Las funcionarias se mostraron “indignadas” por el hecho de que los estudios fueran auspiciados por el sistema público de salud de Estados Unidos.
En la conversación, Obama y Colom acordaron formar una comisión bilateral para estudiar los acontecimientos, integrada por científicos de ambos países. La comisión determinaría una posible compensación a las víctimas sobrevivientes de los experimentos o a sus familiares.
En tanto, el primer mandatario guatemalteco dijo que los experimentos realizados por Estados Unidos en su país eran “espeluznantes” y advirtió que, en un futuro juicio, podrían ser calificados “crímenes de lesa humanidad” y por lo tanto imprescriptibles.
Colom no descartó presentar una demanda para exigir un resarcimiento a Estados Unidos aunque reconoció la “hidalguía” de ese país al pedir perdón. Asimismo, el presidente de Guatemala ordenó a sus ministros de Salud, Defensa y Gobernación, “ubicar” y “resguardar” los archivos de los años en que ocurrieron los hechos, los cuales servirán de base para “realizar una investigación” junto con el gobierno estadounidense.