B) CONSECUENCIAS. Pero si la Corte produjo daño en las filas de los diputados, también en su seno se recogen heridos como parte de la embestida de la comisión de juicio político. En el cuarto piso se supo de la dura discusión entre Augusto Belluscio y Gustavo Bossert a raíz de los reproches del primero por la solicitada a favor del segundo que apareció en varios diarios. También se conoció el enojo de Carlos Fayt contra un amigo socialista porque se dice que éste último adhirió a una lista de apoyo a favor de Enrique Petracchi que se abrió en una escribanía porteña. Es tan fuerte la interna que hasta se habla que puede reflotar la polémica sobre el famoso fallo de Compañía Azucarera del Tucumán de fines de los 80.
C) REPROCHABLE. Es la actitud de algunos legisladores de tomar a los máximos jueces como “rehenes”. La ultramenemista Alejandra Oviedo quiere incluirlo a Petracchi en la lista de acusados por la relación que este tiene con el periodista Horacio Verbitsky, quien a su vez influye sobre Carrió. Llevando a Petracchi a la acusación obligaría a la diputada del ARI a excusarse aunque una de las causas –un accidente de tránsito con la muerte de un motociclista en el que fue sobreseído por la Justicia- sea un golpe bajo. El otro expediente es en un tema en la que Petracchi se excusó porque estaba vinculado con el estudio Galante donde trabajó otro ex juez supremo antes de ingresar a la Justicia.
D) IRRITACION. Del juez de la Corte Adolfo Vázquez con el fiscal Eduardo Freiler. Es que este último negó que el juez haya sido amenazado y coartada su posibilidad de moverse de su domicilio por un grupo organizado que fue a escarcharlo. En la Corte se dijo que Freiler se movería políticamente en supuesto favor del gobierno por sus antecedentes en el peronismo bonaerense – cuando más joven fue militante del PJ en Necochea- y su vinculación familiar con Monona Pérez Pardo, que tiene profundos contactos en el peronismo y una de las impulsoras del nombramiento del fiscal.