Vidal había permanecido prófugo durante casi diez años, pero fue detenido el año pasado y puesto a disposición de la justicia de San Martín por tenencia de armas y municiones de guerra.
En la causa principal – en la que había sido condenados los demás integrantes de la banda, casi todos policías – fue procesado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral como organizador en los casos de los secuestros de los empresarios Karina Werthein, Julio Dudoc y Sergio Meller, y ahora la Sala Primera de la Cámara Federal confirmó esa resolución y el embargo por un millón de pesos.
Según consta en el expediente, en base a los testimonios de los demás policías, Vidal tuvo un rol preponderante en la selección de Werthein como posible víctima y participó de su secuestro, en tanto que en el caso Dudoc –quien nunca apareció pese a que sus familiares pagaron un millón y medio de dólares de rescate—se sospecha que fue la persona encargada de cobrar el dinero.
En el caso Meller, su participación fue más activa ya que al momento del secuestro condujo el automovil del empresario, se comunicó telefónicamente con sus familiares y cobró el dinero para luego repartirla entre sus cómplices.
El abogado defensor de Vidal, Claudio Lifschitz, apeló el procesamiento dictado por Canicoba Corral al sostener que las pruebas de cargo contra su cliente “sólo existían en la imaginación del magistrado”, pero al parecer también los estarían en la de los camaristas Luisa Riva Aramayo, Horacio Vigliani, y Gabriel Cavallo, quienes coincidieron con aquel respecto de la participación del ex policía en esos hechos.
Werthein fue secuestrada en Buenos Aires el 14 de junio de 1978 y estuvo cautiva en el interior de un pozo hasta que en diciembre del mismo año fue liberada luego de pagarse su rescate.
A Dudoc lo secuestraron en el barrio porteño de Flores el 18 de noviembre de 1980 y en agosto del año siguiente sus familiares pagaron un rescate de 1.500.000 dólares, pero el empresario nunca apareció, por lo que la justicia civil declaró su presunta muerte.
Meller fue secuestrado el 6 de noviembre de 1984 en el Sur del Gran Buenos Aires y recuperó su libertad el 9 de marzo de 1985, cuando su familia, siguiendo instrucciones telefónicas de los secuestradores, arrojó un bolso con cuatro millones de dólares desde la autopista Perito Moreno.
Las pruebas en contra de Vidal surgen, entre otros de las indagatorias de los policías ya condenados, Juan Carlos Bayarri, Miguel Angel Ramirez y Carlos Benito, así como también de las víctimas y sus familiares. Bayarri, Ramirez y José “El Turco” Ahmed, fueron condenados a reclusión perpetua.