En Córdoba fue aprobado un proyecto de ley que prevé crear programas de asistencia a víctimas de grupos religiosos o totalitarios y de las sectas. La provincia fue la primera en dictar una norma de este tipo. La autoridad de aplicación será el Ministerio de Justicia local.
La Legislatura cordobesa sancionó una ley que contempla crear programas de apoyo a las víctimas de grupos que utilizan manipulaciones psicológicas, tales como las sectas, y así se convirtió en la primera provincia en tener una norma de este tipo.
El proyecto incluye la detección y prevención de cualquier tipo de acción psicológica que sufra una persona por parte de “todas aquellas organizaciones, asociaciones o movimientos que exhiben una gran devoción o dedicación a una persona, idea o cosa y que emplean en su dinámica de captación y/o adoctrinamiento, técnicas de persuasión coercitivas que propicien la destrucción de la personalidad”.
La ley pretende no sólo brindar protección sino investigar y estudiar las técnicas que utilicen ese tipo de organizaciones, y difundir campañas de prevención en la provincia para informar sobre la “peligrosidad que supone la existencia de grupos que usan técnicas de manipulación psicológica o de la personalidad”.
Tal cual fue aprobada, la autoridad de aplicación será el Ministerio de Justicia cordobés, y se prevé la conformación de equipos multidisciplinarios para tratar a las víctimas y sus familiares.
Entre sus artículos, la ley contempla que “las municipalidades y comunas podrán celebrar convenios con la autoridad de aplicación (Ministerio de Justicia), manifestando la voluntad de adherirse al presente programa” para asistir a las víctimas.
Según los autores del proyecto, la necesidad de la ley es por la “expansión y desarrollo” de este tipo de movimientos religiosos, sectas, grupos totalitarios y grupos de manipulación psicológica que se vieron favorecidos por “el espacio dejado por las grandes religiones”, entre otras cosas.
“No se cuestionan las ideas en los cuales se fundan los grupos analizados, sino su conflictividad con la sociedad, ya que algunos de estos grupos no respetan y violan sistemáticamente los derechos humanos de los individuos, utilizando para ello técnicas manipulativas y no éticas en sus adeptos, provocando en el individuo la pérdida de la noción de ciudadanía mediante la adhesión a un grupo que desarrolla una identidad de clan opuesta al ciudadano individual que constituye parte de de la sociedad y; en la sociedad crea zonas que escapan al derecho”, según los fundamentos expuestos por los legisladores Nadia Fernández (Peronismo Militante-Partido Comunista) y María Amelia Chiófalo (Unión por Córdoba).
Además, recuerdan la influencia que tuvo en 1987 la secta Niños de Dios y que “se detectaron varias sedes ilegales de la secta prohibida en Argentina”. También hace referencia a la “secta Moon”.