Luz Amanda Faingold, una de las principales testigos del jury contra el camarista mendocino, dijo que "parecía un nazi". También testificó su madre, quién justificó acusarlo de "cometer un delito" durante la dictadura. Crónica caliente del día más importante del jury.
En un nuevo día del jury que se está llevando a cabo contra el camarista mendocino Luis Francisco Miret, declararon dos de los testigos más relevantes y complicaron aun más al magistrado, cuyo pedido de remoción es por “mal desempeño” y “prevaricato”.
Se trata de Luz Amanda Faingold y de su madre Luz Casenave. Asimismo, la defensa del magistrado, llevada adelante hasta el momento por Jorge Falco y el propio Miret, incorporó a Santiago Marino Aguirre como nuevo defensor del juez.
Faingold en agosto de 1975, a la edad de 17 años, fue detenida y llevada al Departamento Central de Policía (conocido como el D2) de Mendoza, donde fue violada y golpeada. “Fui encapuchada, me pegaron y me llevaron en el piso de un auto” dijo. Su destino era el D2: “antes de que me violaran me gatillaron un arma en la cabeza”, contó. Luego explicó que pasó una semana en el D2, y dos en un hogar de menores.
Luego relató su encuentro con Miret. “Cuando llegué al juzgado pensé que llegaba a un lugar mejor” explicó y agregó: “me recibió y empezó a gritarme”. Además expresó que fue “víctima de la misma violencia” pero “esta vez de parte de la autoridad del juez”. “Parecía un nazi”, concluyó.
Por su parte, Casenave –madre de Faingold- sostuvo que conoció a Miret “cuando él la estaba indagando a solas en el juzgado federal”. Relató que llegó al juzgado, que se encontraba vigilado por Gendarmería y el Ejército, e “irrumpió en el despacho donde le estaba tomando declaración Miret a su hija. “Usted está cometiendo un delito” y “lo que está haciendo es anticonstitucional” le dijo al magistrado. Luego aclaró que Miret intentó sacarla pero no pudo. “Preguntaba con violencia y pedantería, estaba buscando la falta”, agregó.
Durante su defensa, el propio Miret tomó la palabra y preguntó a los testigos. A Faingold en un primer momento preguntó detalles sobre el juzgado, cómo era el edificio, las dimensiones o si efectivamente había un estrado. Luego centro su argumentación en el acta de aquella declaración preguntando tanto a la madre como a la hija sobre ello. Al no lograr nada contundente, se levantó visiblemente molesto y se paró a un lado de su defensa, de brazos cruzados y mirando fijamente a la testigo. Luego le alcanzaron una silla y se sentó.
Un hecho que parece premonitorio para otro magistrado es algo que comentó durante su declaración Faingold. Detalló que mientras se encontraba cautiva en el D2 recibió la visita de un hombre de traje. “Me miró… me paré pensando que me iba, cuando me acerqué, Romano me cerró la puerta”. Otilio Romano, por entonces fiscal y hoy presidente de la Cámara Federal de Mendoza, era aquella persona que la visitó.
Las jornadas de audiencias continuarán hasta el lunes 21 de febrero de este mes y se espera que la sentencia este antes del 15 de marzo. El jurado de enjuiciamiento se encuentra integrado por los jueces Carlos Bossi (Presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 21) y Alejandro Tazza (titular de la Cámara Federal de Mar del Plata); los senadores Eric Calcagno y José Manuel Cano; los diputados Jorge Landau y Daniel Katz, y la abogada Verónica Pedrotti.