El magistrado tomó intervención a raíz de una denuncia sobre el derrame de una sustancia alcalina que desprendía un fuerte olor, y ante el peligro que pudiera tratarse de material radiactivo se dio intervención al departamento de Protección del Medio Ambiente de la Prefectura Naval, así como también a la Comisión Nacional de Energía Atómica, que envió un grupo de inspectores, alertados al determinarse que el marbete identificatorio de los envases estaba escrito en ruso.
Las expertos determinaron en un informe preliminar que no se trata de material radiactivo y ahora están tratando de establecer el grado de toxicidad del mismo, con intervención del INTI y la división de Protección Ambiental de la Prefectura Naval.
El personal a cargo del prefecto Carlos Elizarán -equipados tal cual Dustin Hoffman en la película "Epidemia"-, extrajo en horas del mediodía una muestra de la sustancia extraña para analizarla, en el marco de un estricto dispositivo de seguridad dispuesto por el magistrado, en el área de la Terminal 5 de Puerto Nuevo, donde se encuentran los contenedores.
Según informaron las fuentes, la empresa destinataria en la Argentina que figuraba en los despachos aduaneros jamás retiró la mercadería que llegó a Buenos Aires el pasado 5 de febrero, y ante las primeras indagaciones del tribunal, no reconoció la mercadería como propia, por lo que el juez Aguinsky tomará declaración en las próximas horas a los directivos de la empresa Timuka S.A. y de Williams S.A, quienes actuaron como agente de operación aduanera.
De acuerdo con la información recogida, la sustancia química se encontraría protegida por una sal especial para el tratamiento de elementos alcalinos altamente tóxicos que no puede ser reciclada y que en sí se constituye luego en un nuevo elemento tóxico desechable. Curiosamente, los contenedores carecían de la identificación correspondiente a su contenido tóxico, establecida por reglas internacionales.
Una vez comprobado el grado de toxicidad y la falta de importador legítimo que justifique la importación de las sustancias, el juez Aguinsky ordenaría la inmediata remisión al país de origen de la mercadería cuestionada.
La presencia de los contenedores abre una vez más la polémica en torno al ingreso a la Argentina en forma ilegal de desechos tóxicos provenientes de los países desarrollados, denunciada en reiteradas oportunidades por los movimientos ecologistas.