La Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (UFASE) presentó su informe anual. Hasta octubre de este año ingresaron 196 expedientes. El doble de años anteriores. Destacan que en 2011 se dictaron las primeras sentencias condenatorias por el delito de trata con finalidad de explotación laboral, aunque en Capital no hubo condenas.
La Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas, a cargo de Marcelo Colombo, presentó su informe anual. En él se plasmó que hasta octubre del 2011 ingresaron 196 expedientes.
El informe detalle que durante el 2011 se “han incrementado el número de condenas, de procesamientos y también de investigaciones judiciales abiertas” y destaca también se dieron “las primeras sentencias condenatorias por el delito de trata con finalidad de explotación laboral, una de ellas iniciada por denuncia de UFASE”.
Asimismo hubo “el dictado de un mayor número de procesamiento y más cantidad de casos abiertos y en investigación por esta modalidad delictiva” donde hasta el año 2010 no existían antecedentes condenatorios por esa modalidad de trata.
Aunque destacaron “como punto negativo” el hecho de que se siga manteniendo en cero “el número de condenas por el delito de trata de personas en la Capital Federal, ello pese al avance advertido en el número de procesamientos dictados y de casos abiertos en ese distrito”.
Los datos muestran un aumento, con respecto al 2009 y 2010, del 50 % en la cantidad de denuncias. En años anteriores la cantidad de casos rondaba los 100. Uno de los motivos de este aumento es que el Ministerio de Seguridad remite a UFASE las denuncias que reciben telefónicamente en un 0800 cuando podrían estar relacionadas con casos de trata de personas.
En cuanto al dictado de sentencias en 2010 hubo 13 sentencias por parte de Tribunales Orales para este tipo de delitos, en tanto que en 2011, la cifra subió a 39 en 2011. Allí hubo 62 condenados y sólo 12 absueltos. Los procesamientos también aumentaron y pasaron de 78 en 2010 a un total de 195 procesamientos durante el año pasado.
Asimismo el informe destaca: “que no se asegure el cese del funcionamiento del lugar de explotación cuanto menos en la instancia de condena (ya hemos visto que en instancias anteriores es más difícil todavía) es un dato negativo desde todas las perspectivas de análisis posibles”. Ello porque “por más que alguien sea condenado, resulta un mensaje de impunidad de máxima potencia comunicativa”.
Otro dato que preocupa es que en un sólo caso hubo “un decomiso compatible con el objetivo de ataque al núcleo patrimonial que motiva a la criminalidad organizada” y consideran que “no se advierte una internalización por parte de los funcionarios acerca de la importancia de este asunto”.
Las condenas en su gran mayoría siguen refiriéndose a la trata de personas con finalidad de explotación sexual y en una menor medida (solo tres) a trata con finalidad de explotación laboral. En este sentido las victimas de trata, en su mayoría, provienen de la República de Paraguay y sólo un 30% del total de víctimas son argentinas. Asimismo, “la cuarta parte de las víctimas son menores, las víctimas más indefensas y en las que este delito deja las peores huellas”.