La edad de retiro de los magistrados siempre dividió las aguas en la Justicia, máxime tras el fallo que habilitó a Carlos Fayt pasados los 80 años. Otra ministra de la Corte, Carmen Argibay, habló sobre la falta de "revalidación" a los 75 años para seguir ejerciendo. Qué opinaron los jueces consultados.
"Todos tenemos que reconocer que a determinada edad tenemos que retirarnos aunque estemos muy bien. El cargo no solo es estar lúcido y tener los conocimientos y la experiencia, sino también tener la resistencia física", aseguró, en declaraciones radiales, la ministra de la Corte Suprema de la Nación y titular de la Oficina de la Mujer, Carmen Argibay.
De esta forma, se pronunció a favor de que los jueces con más de 75 años renuncien a sus puestos ya que no existe una "revalidación" física o mental que justifique que los magistrados continúen en sus cargos. Diario Judicial consultó a magistrados de distintos fueros para saber su opinión al respecto.
De forma introductoria, vale recordar un precedente que marcó el camino sobre la función y duración de los cargos de la magistratura: el caso que involucró al ministro de la Corte Suprema, Carlos Fayt.
En 1999, el magistrado presentó una acción declarativa de inconstitucionalidad contra el artículo 99 de la Constitución Nacional, modificado por la Ley 24.309, en donde se disponía un nuevo nombramiento con acuerdo del Senado para todos los magistrados que tuvieran más de 75 años de edad.
De acorde al criterio mayoritario de Nazareno, Moliné O´Connor, Belluscio, Boggiano y López, la Corte Suprema admitió el recurso extraordinario en agosto de ese año.
"Podría haberme jubilado hace 17 años con el mismo sueldo, pero sigo trabajando full life", declaró en 2010 el ministro de la Corte Suprema, cuando los diputados oficialistas Alejandro Rossi y Carlos Kunkel intentaron llevar por el camino de la legislatura el límite a la edad de los jueces que continúen en sus funciones.
Rafael Gutiérrez, presidente de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia del país (JUFEJUS), dijo a Diario Judicial que "existe un tope estipulado en la Constitución de 1994, el de los 75 años, pero creo que fue pensado para otra época. Considero que mientras mantengan la buena conducta y posean aptitud física, no debe haber límites de edad para los jueces".
Así se manifestó Gutiérrez, que además agregó que el límite de edad en realidad es una cuestión más "circunstancial", en referencia a las condiciones de los magistrados. "En principio hay que cumplir los mandatos constitucionales, aunque no hay que dejar de recordar el precedente del juez Carlos Fayt".
En tanto, el juez en lo Contencioso Administrativo, Luis Arias, se mostró más cauteloso al respecto: "No tengo una posición tomada al respecto, aún estoy lejos de mi retiro pero creo que hay diferentes coyunturas de acorde a las provincias. En Buenos Aires, por ejemplo, rige el 82% móvil, lo que motiva más las jubilaciones de magistrados".
Asimismo, estimó que habría que hacer una revisión al respecto, teniendo en consideración las denuncias que circularon en los medios acerca de las jubilaciones de haberes muy altos que cobraban algunos funcionarios de la Justicia.
En tanto, el presidente de la Cámara de Casación de La Plata, Federico Domínguez, opinó que el sistema americano de jubilaciones no funciona correctamente, y revalidó la normativa que proponen los franceses. "Los magistrados tendrían que estar obligados a tomar cursos y tener una formación constante, de esta forma se puede lograr que todos se aggiornen acerca de cuestiones básicas y modernas. Los cursos están, pero no son obligatorios".
Pero su posición fue irreductible: "Un juez de cincuenta años puede tener Alzheimer, no creo que la edad sea una cuestión importante, en tanto dure la buena conducta del magistrado".
Siguiendo esta línea de razonamiento, Domínguez precisó que "en Chile, por ejemplo, hay un nuevo Código Penal que involucra cuestiones de derecho internacional muy importantes para tener en cuenta. ¿Quién lo sabe? Nadie ¿Por qué? Porque no hay ninguna iniciativa que haga que los jueces tengan que enterarse de estas cuestiones".
En tanto, el juez de la Sala II de la Cámara de Seguridad Social, Luis Herrero, se explayó al respecto: Es muy difícil dar una respuesta categórica al respecto. La suprema virtud de cualquier juez no es su juventud, sino su “independencia” de toda clase de poder que pretenda manipular su potestad decisoria; o si usted prefiere, su absoluta “dependencia” o “esclavitud” de la letra y del espíritu de la Constitución Nacional y de los documentos internacionales de análoga jerarquía.
"El juez John Marshall –considerado el más grande de los EEUU- fue 34 años presidente del Tribunal Supremo y se retiró a los 80 años de edad. Oliver Wendell Holmes –el más famoso disidente de la Corte norteamericana- fue 30 años su Presidente y se retiró a los 94 años de edad."
Herrero recordó que "en nuestro país, quien no recuerda al gran ministro del Alto Tribunal Julio C. Oyhanarte, quien asumió a la temprana edad de 37 años, o al doctor Ricardo Colombres, quien lo hizo a los 39 años de edad. Todos estos grandes jueces –y tantos otros que nos vemos impedidos de citar por razones de espacio- engalanaron su desempeño en la más alta magistratura judicial del país con la práctica constante de esta suprema virtud –que es también un deber irrenunciable- inherente a todo juez constitucional".
"La edad –ni excesiva ni insuficiente- no debe constituir un demérito ni un límite para ninguna persona que se destaque por su talento y las virtudes inherente al cargo que ocupa. Marcos Aurelio Risolía recordaba que Isócrates –autor del “Discurso de la corona”- peroró hasta los 99 años y Sófocles a los 90 años montaba la tragedia “Edipo” en Grecia. La justa y equitativa administración de justicia no es una tarea que tenga que ver con la edad de la persona que tiene el honor y el deber constitucional de desempeñarla de esa manera", concluyó.