Empleados del Banco Ciudad se presentaron y se manifestaron ruidosamente durante el encuentro de los consejeros en contra del proyecto para traspasar las cuentas sueldos de esa entodad al Nación. Son unas 15 mil cuentas del Poder Judicial y 30 mil productos financieros. La tensa reunión.
Parecía que el Plenario pautado para este jueves sería una reunión sin sobresaltos, pocos puntos en el orden del día y una cita que comenzó con la llegada relajada de los consejeros, daban a entender tal presuposición. Sin embargo al promediar la reunión sonidos de marcha inundaron el Consejo de la Mgistratura.
Desde adentro se escuchaba la llegada de un grupo de empleados pertenecientes al Banco Ciudad. Unos 30 o 40 empleados con bombos y cánticos fueron acercándose a la sala del Plenario ubicada en el segundo piso del edificio ubicado en la calle Libertad al 700. Los asesores de varios consejeros iban y venían, y mientras se intentaba proseguir con la reunión, ya los cánticos se escuchaban en el pasillo del edificio: “La dignidad del banco no se vende, se defiende”.
Adentro, el consejero representante del Ejecutivo, Hernán Ordiales, solicitaba la posibilidad de que al menos tres delegados de los trabajadores del Banco Ciudad pasen a expresar su posición a los consejeros. Ricardo Recondo, representante de los jueces, sostenía que se trata de un tema “complejo” y que deben pronunciarse tanto los abogados como la Asociación de Magistrados, y averiguar, además, si el Banco Nación está en condiciones de recibir las cuentas sueldos.
Alejandro Fargosi, representante de los abogados de la Capital Federal, intentaba plasmar su impresión acerca del proyecto presentado por Ordiales, al sostenes que se debe “asimilar lo que está mal a lo que está bien” y evitar “un centralismo monumental del Gobierno Federal”. Su propuesta es que los Bancos de cada provincia manejen estas cuentas de sueldos.
Los ruidos ya fueron golpes insistentes en las puertas de entrada al salón, y de fondo se escuchaba en cántico: “si nos tiran la ciudad al bombo, va a ver quilombo, va a ver quilombo”. “Si no ponemos límite a esto nos convertimos en una paritaria”, dijo visiblemente ofuscado el consejero-diputado, Oscar Aguad. “Son empleados del Banco que están enviados por alguien”, replicó Ordiales; “no me parece la metodologías más adecuada” añadió Ada Iturrez, consejera-senadora.
Los consejeros decidieron dejar pasar a tres delegados de los manifestantes, y la Secretaria General del Organismo, Susana Beterreix, fue quien hizo de intermediaria. Así se senteron frente a los consejeros Eduardo Ribeiro, Presidente de la Asociación Civil del Personal Superior del Banco de la Ciudad; Claudio Saffirio , Gerente General de la Banca Minorista y José “Pepe” Peralta delegado gremial de los trabajadores de la entidad financiera.
Ribeiro sostuvo que se encuentran en medio de “una guerra política”, en tanto que, Saffirio sostuvo que la transferencia “no es lógica” ya que se trata de “un banco altamente competitivo”. Asimismo añadió que el Banco Ciudad maneja cerca de 15 mil cuentas sueldos del Poder Judicial de las que derivan cerca de 30 mil productos tales como tarjetas de débito y crédito, cajas de seguridad, etc.
Por su parte Peralta fue más allá, criticó la actual gestión del Banco Ciudad a cargo de Federico Sturzenegger, actual presidente de la entidad puesto en ese cargo por Mauricio Macri, ya que desde la gestión les dijeron que de aprobarse el proyecto eso “representaría un achique del Banco en un 30%” y les remarcaron que “donde primero achicarían es en los trabajadores”.
“Quedamos rehenes en esta disputa” agregó Peralta al tiempo que les pidió a los consejeros que “reconsideren” el proyecto que fue presentado por el consejero Hernán Ordiales. “Los dichos de la comisión pegan mucho”, explicó el consejero senador Marcelo Fuentes. “Les agradecemos el tinte democrático de este cuerpo”, culminó Ribeiro.
El proyecto presentado por el consejero representante del Poder Ejecutivo intenta que los haberes de magistrados, funcionarios y empleados de los tribunales nacionales y federales que tengan asiento en la Capital Federal, y del Consejo, sean depositados en el Banco Nación de la Argentina. La iniciativa había sido girada a la comisión de Administración y Financiera y estaba en el orden del día pero finalmente su tratamiento fue postergado a pedido de su autor.