En su fallo los integrantes de la Cámara reconocieron en favor de los padres de Adalberto Horacio Blumtin, de 28 años, 40 mil pesos por daño patrimonial y
150 mil por los padecimientos espirituales que les provocó la perdida de su hijo.
Los hechos por los cuales Blumtin pedió la vida sucedieron el 3 de junio de 1996 cuando en una persecución policial, a cargo de agentes de la seccional 38, un grupo de malvivientes que conducían un automóvil robado realizaron una maniobra en la cual aplastaron al joven contra la pared de una panadería del barrio de Flores.
Blumtin, profesor de tenis, de inmediato fue trasladado a un centro asistencial, pero tres días después perdería la vida producto de las graves heridas y golpes al ser embestido y apretado por el vehículo robado.
Los camaristas Eduardo Vocos Conesa y Marina Mariani de Vidal afirmaron que "el accionar policial, al margen de su licitud" fue el que "provocó un riesgo social: la huída a toda velocidad de los ladrones y el accidente de éstos que costó la vida de Blumtin".
Al confirmar el fallo de primera instancia del juez Roberto Torti, los integrantes de la Sala II apuntaron que “el servicio de la policía organizado por la comunidad para su protección en su accionar lícito provocó un daño".