B) OTRA. Elección se avecina en el Consejo de la Magistratura, aunque algunos nubarrones hacen dudosa su realización. Es que el cargo que dejó vacante el ex juez comercial Javier Fernández Moores –se incorporó a un estudio de reconocidos abogados golfistas-, debía ser cubierto por su suplente natural, la juez correccional Laura Garrigós de Rébori. Como la magistrada está concursando para un cargo de camarista ante el mismo consejo, se excusó y no asumió. Mas luego la propuesta de designación recayó en el juez porteño Jorge Noro Villagra –los tres pertenecían a la lista “Azul” del gremio de los jueces-, hasta que apareció el juez federal salteño Abel Cornejo –lista “Blanca”- que con una medida cautelar concedida por su par Servini de Cubría, le aguó la asunción a Noro Villagra cuando casi tenía la mano extendida sobre la constitución. Los consejeros no jueces –abogados, académicos y legisladores- todavía se están preguntando porque el Consejo tiene que quedar atrapado en el medio de este tironeo entre las distintas agrupaciones de magistrados.
C) TRABADA. Quedó entonces la incorporación del representante de los jueces que debe acompañar a sus colegas Caviglione Fraga, Kiper y Gudiño Kiefer de Argüelles hasta fin de año. Uno de los problemas que se está viendo es que la comisión que debe redactar el reglamento para la convocatoria de esta elección transitoria no se reunió el pasado miércoles y el que viene es feriado, luego vendrá la feria de invierno y más tarde hay que preparar las elecciones generales del Consejo para noviembre. En el medio, los numerosos legisladores que lo integran, casi no aparecen como consecuencia de la crisis política que los tiene por tiempo completo en el Congreso. “Los jueces vamos a quedarnos con un representante menos y eso nos deja en una clara desventaja, sobretodo por lo ajustado que se están dando últimamente las votaciones del plenario”, se lamentaban en las cercanías del consejero Kiper, cuyos seguidores aclaraban a esta columna que “la lista Celeste es totalmente ajena al conflicto”, cargando de paso las tintas hacia sus rivales, endilgándoles además, que “no nos apoyaron con nuestro proyecto para que los secretarios voten a los representantes del Consejo”. Cuando los de adentro se pelean…
D) POSITIVA. Resultó la propuesta de la gente de la Asociación de Magistrados nacionales de reunir a jueces, fiscales y secretarios para escuchar las opiniones de los peritos contables Robles y Feldman y al psiquiatra Mega, del cuerpo médico forense, en una amena charla sobre los efectos del “corralito” en el patrimonio y en la cabeza de la gente. Fernando Robles, -un profesional que pasó por una exitosa gestión de gobierno- señaló que “es tan grande la distorsión que tiene el servicio financiero, que muchas cosas que se encuentran severamente sancionadas, incluso penalmente, en los países de origen de muchos bancos extranjeros, se hicieron por mucho tiempo en la Argentina sin ningún freno”. No consideró como una opción positiva la posibilidad de que el sistema bancario vire hacia la conversión de una plaza financiera off shore , ya que de los 86 bancos que hay en el país –13 públicos y 73 privados-, muchos la vinieron desarrollando “por la puerta de atrás”, sin que pueda significar ninguna salida para este entuerto.
E) DISTINTO. Fue el enfoque de su colega Eduardo Feldman. “La culpa no es de los bancos” y “acá no hay improvisación, todo responde a un plan muy bien pergeñado”, fueron dos frases de arranque que causaron impacto en un siempre muy atildado auditorio. Según este experto –que años atrás fue hombre de la poderosa General Motors-, los bancos “no pagan porque el Estado no les deja pagar”, explicando que la ecuación del problema no se agota en la relación banco-ahorrista, sino que el factotum de este aquelarre está representado por los grupos económicos, que resultando grandes deudores, le ataron las manos al sistema financiero en su capacidad como acreedor: “primero pesifican, después no pueden ejecutar por 180 días y por fin le cancelan las deudas con bonos defaulteados, pero los bancos deben devolver dólares”. Según sus estudios, Feldman estima que llegará hasta un 80% “la transferencia de los ahorros de la gente para el salvataje de los grupos económicos”. Será cuestión de que alguien le pida la pericia.
F) LOCURA. Es la especialidad de Andrés Mega, que con el tema del corralito parece que va a estar bastante ocupado. Si bien hasta ahora no hay presentaciones judiciales por daño mental, el experto asegura que “pronto llegarán debido al gran impacto social que provocó”. Es que en esta crisis –con la actitud inédita de gente tradicionalmente pacífica lanzándose a romper todo-, “las explicaciones habrá que buscarlas en la etología, que analiza la conducta animal y que tiene una base común con el ser humano en el paleocerebelo y el arquicerebelo”. Mega puntualiza “aparición brusca – finalización incierta – sensación de despojo – sensación de desamparo – sensación de impotencia = reacciones primarias”, pero no todos se transforman en violentos, “ya que ante la sensación de un futuro acortado, para muchos la reacción es el éxodo”. Además pronostica que va a resultar indispensable “dar asistencia psicológica a empleados bancarios y de la justicia con stress crónico, como fruto de este exceso de judicialización de los conflictos sociales”.