Vladimir Putin decidió ayer revocar la firma rusa del Estatuto de Roma, documento que creó la Corte Penal Internacional, encargada de administrar Justicia a nivel global. En un comunicado el Kremlin justificó la decisión alegando que "la CPI no cumplió con las expectativas y no puede convertirse en un órgano de Justicia verdaderamente independiente y prestigioso". Rusia había firmado en el año 2000, pero nunca lo ratificó. Otros países que no adhirieron al Estatuto de Roma son China y Estados Unidos.