El juez federal Claudio Bonadio dispuso la intervención de la empresa hotelera Los Sauces, propiedad de la familia Kirchner, e hizo lo propio con la sucesión del ex presidente Néstor Kirchner, removiendo para ello a su hijo, Máximo, como administrador de los bienes hereditarios. El juez designó, además, "interventores informantes" en empresas que aparecen relacionadas con la familia de la ex presidenta Cristina Fernández, entre ellas el Grupo Indalo, del empresario Cristóbal López, y todas las vinculadas con el encarcelado empresario Lázaro Báez. La intervención a Los Sauces fue establecida para un plazo de seis meses para que "informe toda transferencia, pago efectuado o recibido entre esa y sus socios", entre los que aparecen la ex presidenta y sus hijos.