Se trata de Ernesto Halabi, quien impulsó la primera "acción de clase" que tuvo acogida favorable por la Corte Suprema y sirvió para dar de baja la polémica "Ley Espía" en el año 2009. El abogado envió una carta al Máximo Tribunal criticando que le hayan regulado "una cantidad miserable" en materia de honorarios. Por un trabajo de casi seis años, al letrado le regularon $30.000. "Ustedes no supieron valorar mi tarea de más de seis años en lograrlo", le reprochó a los magistrados. Halabi también explicó que por problemas de salud tuvo que abandonar la profesión de abogado y que con esos "miserables" $30.000 regulados, apenas le alcanzaron "para abonar los honorarios de los anestesistas que intervinieron en sus operaciones". "Para colmo de males, como he aportado a la AFIP como Monotributista, mi jubilación es la mínima, mientras ustedes reciben completo su sueldo, sin descuento del impuesto a las ganancias, lo que es una aberración que ustedes mismos no deberían aceptar ni permitirlo", cuestionó Halabi, que pidió que el Máximo Tribunal no cite nunca el antecedente jurisprudencial que lleva su apellido.