El juez federal Claudio Bonadio procesó a la ex presidenta Cristina Fernández como “jefa de una asociación ilícita” que “lavaba activos”, y la embargó por 130 millones de pesos por su responsabilidad en la denominada causa “Los Sauces”. El procesamiento alcanza también a los hijos de la ex presidenta, Máximo y Florencia, como jefes-organizadores de la asociación ilícita. La extensa nómina de procesados incluye a los empresarios kirchneristas Cristóbal López y Lázaro Báez, a los cuatro hijos de éste, a Romina Mercado (sobrina de la ex presidenta), al empresario Fabián De Sousa (Grupo Indalo) y al contador y presunto socio de los Kirchner, José Sanfelice. Según el fallo, de casi 400 páginas, “la imputada Fernández, después que se otorgaran con anterioridad o posterioridad las concesiones de obra pública o juego desde el Poder Ejecutivo Nacional, del cual era su más alto representante, al igual que el otro socio, Néstor Carlos Kirchner, se firmaban los contratos de alquiler de las propiedades de ‘Los Sauces S.A.’ a fin de retornar el dinero como contraprestación de esas concesiones”. El cargo específico contra la ex presidenta es el de “tomar parte en una asociación ilícita en calidad de Jefe, el cual concurre en forma real con el delito de lavado de activos de origen ilícito agravado por su habitualidad, por formar parte de una asociación y por ser funcionario público y negociaciones incompatibles”. El resto de los imputados aparecen procesados por una intervención de menor jerarquía en la asociación ilícita, como organizadores” o meros miembros.