Se trata de Renee Barros y Fernando Contreras, dos cuñados que compartían un terreno en un barrio cercano al Cementerio Municipal. En septiembre de 2016, en el marco de un operativo policial, se hallaron tres kilos de marihuana en el predio y ahora, tras un juicio abreviado, ambos fueron condenados por el magistrado Adolfo Raúl Guzmán, que homologó el acuerdo que suscribieron los defensores de los imputados con el fiscal Rafael Vehils Ruiz, por el que se les impondrá una pena de cuatro años y seis meses al primero, y cuatro años a segundo, por el delito de “tenencia de estupefacientes para la comercialización”.