Según se pudo saber, un matrimonio vecino, propietario de un bar que permanece abierto hasta altas horas de la madrugada, denunció que el animal les despierta cada día a las cinco de la mañana y les impide el descanso, ya que vive en una jaula contigua a su ventana.
A la denuncia se sumaron las quejas de algunos turistas que viven cerca y que también se consideraron incomodados por los cantos del gallo para dar la bienvenida al día.
El dueño cree que los vecinos lo han denunciado "por envidia y maldad", y dice que el asunto viene de lejos, porque hace años ya se quejaron del ruido que hacían unos loros que tenía y de los ladridos de los perros.
Por su parte, el gallo aparentemente decidió empezar a cumplir la orden, porque no hizo declaraciones.