La Cámara Civil admitió el reclamo de un joven por la muerte en un accidente de un hombre que lo crió como si fuera su hijo y le dio derecho a cobrar la indemnización.
En los autos "Marote Jorge Gabriel c/ Viera Ángel Adriano y otros s/ daños y perjuicios", la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil resolvió que el demandante tiene legitimación activa para reclamar una reparación por el fallecimiento de un hombre que lo crió como si fuera su hijo.
La víctima falleció al ser embestido por un colectivo que había sido empujado al cordón a raíz del impacto de otro vehículo.
Los miembros del Tribunal explicaron que el joven demandante vivía con la persona fallecida y, por lo tanto, tiene legitimación activa para reclamar una indemnización por los daños y perjuicios sufridos a raíz de la muerte, pues no se discute que el actor no era hijo de él sino que sólo dijo que fue criado como un hijo.
En ese sentido, los jueces aclararon que la interrupción de la vida de una persona no solamente puede afectar los intereses de sus herederos forzosos, sino también el de otras personas sin vínculo familiar pero interesadas, quienes deberán demostrar acabadamente el perjuicio sufrido.
Por último, los camaristas resaltaron que el artículo que en caso de muerte de la víctima el daño moral sólo podía ser reclamado por los herederos forzosos es inconstitucional en este caso por el indudable daño moral padecido por el actor a causa del fallecimiento de quien lo crió toda su vida, y, por lo tanto, su aplicación conduciría a privar al demandante de la reparación integral contrariando la Constitución Nacional.
Por todo lo expuesto, el demandante accedió a una indemnización de $104.000.