Por eso, a pesar del mensaje del banquero, quien ayer además hizo saber a través de sus abogados que planea denunciar a Bonadío por “abuso de autoridad”, el juez siguió adelante con la investigación y hoy declaró una empleada de la agencia de viajes habitual del ex presidente de la filial local del HSBC.
Fuentes judiciales indicaron que la mujer confirmó que desde junio último Cárdenas tenía “una reserva para viajar a Sudáfrica junto a su mujer para mediados de octubre”, que fue cancelada.
Se sabe que Cárdenas salió del país por vía terrestre hacia el Uruguay por el puente internacional Fray Bentos, un punto de control que no está “sistematizado”, indicaron las fuentes.
En el juzgado no se explican la premura del viaje por vía terrestre, algo poco habitual en Cárdenas, quien suele viajar a Montevideo y Punta del Este por avión.
Desde allí, se sabe que el banquero voló a los Estados Unidos sin volver a Buenos Aires, y desde ese país envió el fax al juez avisando que recién volverá a la Argentina a fin de mes, tal como adelantó ayer este diario.
Fuentes de la investigación indicaron que el dato sobre la reserva para viajar a Sudáfrica para mediados de octubre también parece contradictorio con las excusas que brindó el abogado Oscar Salvi quien cuando trascendió la nueva citación judicial de Bonadío indicó que su cliente ya estaba en Sudáfrica.
Desfile de secretarias
Hoy además declararon como testigos las secretarias de Cárdenas y de otro banquero, Mike Smith, actual presidente del HSBC. El juez las citó por sugerencia del fiscal Marijuán para obtener “información sobre la forma en que sus jefes programan sus agendas de entrevistas”, explicaron las fuentes.
En esto la estrategia de Bonadío es clara: recolectar más elementos sobre los encuentros que los dos banqueros mantuvieron con los embajadores americano y británico en Buenos Aires, a los que habrían transmitido su “preocupación” ante el tratamiento en el Congreso de determinadas leyes que perjudicaran sus intereses, tal como lo reflejó el corresponsal del Financial Times, Thomas Catán, en las dos notas que desataron el escándalo.