Hoy se presentó en el Juzgado en lo Penal Económico Nro 6, ubicado en los Tribunales de Retiro, la instalación Tempus contritum (tiempo roto). La obra está armada con relojes destruidos que formaron parte de una vieja causa judicial por contrabando hace más de 30 años. El conjunto habla del valor del tiempo, una cuestión que a veces la Justicia trata con desprecio. Es un espacio de arte que invita a la reflexión y al pensamiento. Montado sobre la cara posterior de un mueble lleno de expedientes ilustra el pasillo interno del tribunal. El juez Marcelo Aguinsky explicó que el proceso de transformación de objetos destinados a la basura pueden resignificarse en una expresión artística y cuestionadora del statu quo.