Además, enfatizó que la Corte Suprema de Justicia goza de “prestigio internacional sobre todo en Latinoamérica y en los Estados Unidos” y que en la Argentina ese prestigio se ha perdido por los dichos de algunos grupos que persiguen distintos intereses.
En ese orden de ideas, refirió que el alto cuerpo no persigue intereses “espurios ni personales” en sus distintos fallos sino que los mismos se ajustan “a derecho y que siempre fue justa en sus resoluciones”.
Al ser consultado sobre los rumores de las presiones cruzadas entre la Corte y el gobierno, Moliné O´Connor sostuvo que el Máximo Tribunal es “impermeable” a las presiones ya que nunca se persiguen intereses personales.
Sobre las imputaciones que recaían sobre él apuntó que se lo acusaba de no tener congruencia respecto de los fallos Kiper y Smith, pero recordó que el no emitió voto en el primero de ellos.
También, afirmó que nunca pensó en renunciar, “ni antes ni ahora”, enfatizó, y aseveró que lo que ha hecho hasta el momento en su carácter de juez de la Corte no inquieta para nada su “futuro”.
Sobre la investigación al atentado de la Embajada de Israel, uno de los temas por lo que más se acusaba a los ministros, comentó que en el último encuentro sobre lucha contra el terrorismo que se celebró en Edimbugo el tribunal contó con el reconocimiento de cómo se había investigado el tema.
Al tiempo que reveló que en esa oportunidad la Corte Suprema fue el único tribunal de Justicia que fue invitado a participar de aquél evento, dado que resultó ser “el más idóneo para investigar ese tema”.
Por su parte, Adolfo Vázquez en un tonó entre enojado y compungido expresó que por más que el juicio político haya sido archivado los integrantes del cuerpo fueron “vejados” en una forma inútil y que el proceso careció de todo “sustento”.
En tanto, comentó que tenía la certeza de que el juicio no era político sino que por el contrario la intención era politizarlo y no dudó en arremeter en contra de los impulsores del mismo a quines calificó de “querer la anarquía” y desconocer los alcances de la “propiedad privada”.