Un inédito caso sucedió en España donde un conductor que circulaba a 228 km por hora fue absuelto porque los agentes de seguridad lo interrogaron antes de leerle sus derechos.
El hecho sucedió en la localidad de Salamanca donde un hombre fue detenido por conducir con un considerable exceso de velocidad pero terminó absuelto porque los agentes de seguridad lo interrogaron antes de leerle sus derechos.
“¿Sabe usted por qué le hemos parado?", fue la frase que pronunció uno de los policías a cargo del operativo y, aunque pudo sonar inocente, terminó con el infractor libre de culpa y cargo.
Si bien el acusado admitió que circuló a 228 kilómetros por hora, el Tribunal resolvió anular la condena, que obligaba al imputado a abonar 1.620 euros y el retiro de su registro de conducir por dos años, por el grave error que cometieron los miembros de la Guardia Civil Española.
Los jueces explicaron que los policías “iniciaron un interrogatorio, una inquisición, una instrucción o búsqueda de la verdad sobre los hechos que la ley obliga a que, ineludiblemente, vaya precedida de la lectura de derechos respecto del investigado”. Al no haber seguido los pasos, el procedimiento quedó nulo.
José Antonio Vega, presidente de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Salamanca, resaltó que absolvieron al acusado en virtud del principio “in dubio pro reo".