La tecnología es una parte fundamental en las investigaciones judiciales, pero también se ha convertido en una herramienta para cometer delitos. La Ciudad posee uno de los laboratorios más equipados de la región para auxiliar en la temática al Poder Judicial.
Los avances tecnológicos se han convertido, sin duda, en una parte fundamental en las investigaciones judiciales dado que pueden contribuir en causas por delitos informáticos hasta pornografía infantil y grooming.
En la Argentina, el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) de la Fiscalía de la Ciudad posee uno de los laboratorios más equipados de Latinoamérica, donde se llevan adelante tareas de investigación y análisis de información en casos judiciales.
El CIJ tiene por misión auxiliar al Poder Judicial a través del Ministerio Público Fiscal porteño. Desde su puesta en marcha, el órgano adoptó un perfil tecnológico. “Estamos convencidos que hoy cualquier delito tiene un tramo digital-informático”, afirmó el director del Cuerpo, Enrique Del Carril.
En diálogo con DJu, Del Carril explicó que los investigadores “necesitan tener un perfil tecnológico”, lo que implica la capacitación constante para optimizar la calidad de su trabajo. “Hoy si la investigación no es tecnológica, no es investigación”, aseguró.
Los desarrollos al servicio de la Justicia
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los investigadores es la cantidad de dispositivos electrónicos y su capacidad de almacenamiento de información. Otro de los obstáculos son los archivos alojados en la “nube” o “cloud computing”, como también la criptografía en teléfonos celulares.
Sin embargo, los desarrollos tecnológicos también se han convertido en una herramienta para cometer delitos. Hoy una “criptomoneda” brinda la posibilidad de efectuar "transacciones irrastreables" por lo que se transforma en un terreno fértil para las estafas y fraudes.
En particular, el organismo cuenta con diversas unidades, entre las que se destaca una dedicada a la innovación y desarrollo de tecnología para las investigaciones. En dicho sector, los profesionales prueban desde drones hasta impresoras 3D para crear piezas como, por ejemplo, armas con el objeto de probar y mejorar su detección en los controles aeroportuarios.
Sin embargo, los desarrollos tecnológicos también se han convertido en una herramienta para cometer delitos. Hoy una “criptomoneda” brinda la posibilidad de efectuar "transacciones irrastreables" por lo que se transforma en un terreno fértil para las estafas y fraudes.
Asimismo, la infraestructura de la “nube” se ha trasformado en uno de los objetivos más atractivos para los ciberdelincuentes por la gran cantidad de datos confidenciales y recursos informáticos que allí se alojan.
Pornografía infantil en la red
Argentina está entre los primeros países del mundo en descarga, intercambio y producción de pornografía infantil. Según datos del órgano, casi el 80 por ciento de las causas se vinculan con este delito y se reciben cientos de casos por semana.
Los investigadores trabajan con la ONG estadounidense National Center for Missing and Exploited Children (NCMEC), la cual recibe el monitoreo de pornografía infantil en las redes y le hace llegar al CIJ los casos originados en la Argentina. Luego, una unidad especializada recibe los datos de IP de los sospechosos para redistribuirlos a la jurisdicción que le corresponde.