Ambrux S.A. dedicada al ramo metalúrgico tuvo un constante crecimiento por más de cuarenta años, y desde mediados del año 97 viene sufriendo las consecuencias de la apertura indiscriminada de la economía. En un contexto donde se da la competencia desleal de las grandes empresas que venden productos por debajo del costo y que eliminan poco a poco la posibilidad de subsistencia de las Pymes.
La empresa se dedica a la matricería y fabricación de piezas y conjuntos para la industria, bajo las normas ISO 9.000. Su actividad consiste en producir piezas con destino a un mercado mayorista que a su vez se integra a la cadena de fabricación, distribución y ventas, entre otras para: telefonía, industria automotriz, carpintería metálica, electricidad, armado de botones, hebillas y afines para la industria textil. Provee a empresas terminales como Philco Argentina, Grinfa, Prestolite entre otras. Es un empresa familiar que a través del desarrollo de su actividad se afianzó y ganó un lugar en el mercado metalúrgico. Este crecimiento floreciente llego hasta los años 97 y 98.
Comienza allí la apertura a gran escala de la importación de los productos que la empresa fabricaba y comercializaba. Esto derivó que antiguos clientes comenzarán a importar productos que antes consumían del mercado local .
La situación en principio fue superada con la gestación de una nueva línea de clientes y de productos para comercializar en condiciones de competitividad. Se estrecharon los márgenes de ganancia y se aplicación de una profunda reconversión empresarial. Para ello fue necesario acudir a financiamiento externo y se contrajo un préstamo hipotecario con el Banco Provincia de Buenos Aires. Entre los nuevos productos se desarrollaron modelos de faros para las terminales automotrices, entre otros del VW Polo, Ford Escort, Ranault Laguna etc.Pero durante el año 99 el mercado logrado por la empresa se vuelve a achicar con el cierre de varias terminales que adquirían la producción de Ambrux. En octubre del mismo año se produce una caída vertiginosa de las ventas que significó primero una merma del 40% de la facturación, en noviembre un 55%, llegando a una caída del 65% en enero último.
De forma simultanea se da el encarecimiento del crédito, producto de la denominada crisis bursátil. A esto se suma que la empresa se encuentra en un momento de debilidad financiera, producto de la morosidad de los clientes a la hora de cumplir con sus obligaciones.
Para salir de esta situación la fallida plantea incrementar y diversificar su producción, explotar la ventaja comparativa que le da su calidad dentro del mercado y avanzar hacia una reconversión empresarial más profunda, que implica nuevas inversiones en incorporación de tecnología moderna y un importante achicamiento de gastos fijos.
Mensurada la situación y con el propósito de darle continuidad de la empresa y mantener la apertura de las fuentes de trabajo de todo su personal, se tomo la decisión de presentarse en concurso. Ambrux S.A. llego a contar con casi 60 operarios. Hoy su pasivo alcanza una suma de $ 250 mil pesos y su concurso se tramita en el Juzgado Comercial Nº 1 del Dr. Dieuzeide.