El Registro Genético de Violadores ya notificó a la mitad de los juzgados del país para que ordenen la extracción de muestras genéticas a condenados con sentencia firme. El caso del sacerdote Julio César Grassi.
En las últimas horas se conoció el pedido de extracción de muestras de ADN del sacerdote Julio César Grassi, a los fines de sumar su información genética en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a delitos contra la integridad sexual.
Grassi fue condenado en 2009 por dos casos de abuso sexual agravado y corrupción de menores a un chico de la Fundación Felices los Niños. En 2017, la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó, por unanimidad, los recursos presentados en la causa, convalidando lo decidido por la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires.
La medida se enmarca en la toma de muestras que lleva adelante el Registro, creado por la Ley 26.879. El objetivo es identificar e inscribir la información genética de las personas condenadas con sentencia firme por delitos contra la integridad sexual.
Desde su implementación se ha logrado notificar al 71 por ciento del país, para que los jueces ordenen la toma de muestras biológicas mediante distintos estudios como, por ejemplo, el hisopado bucal.
Según explicaron los especialistas, el Registro facilitará la investigación de delitos de abuso sexual y la individualización de los responsables. Para ello, se almacena y ordena la información genética obtenida de muestras o evidencias biológicas en una investigación criminal y de las personas condenadas con sentencia firme por estos delitos.
Desde su implementación se ha logrado notificar al 71 por ciento del país, para que los jueces ordenen la toma de muestras biológicas mediante distintos estudios como, por ejemplo, el hisopado bucal.
El perfil genético obtenido se suma al Registro, donde también se incorporan los datos obtenidos de evidencias recolectadas en el marco de investigaciones por estos delitos.