En los autos "S. P. L. F. J. c/ O. D. S. D. E. y otros s/ daños y perjuicios", la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil resolvió que el cirujano demandado no incurrió en una en mala praxis médica si, pese a que extirpó un ovario distinto al que constaba en el parte quirúrgico, lo hizo al hallar una patología diversa a la inicialmente diagnosticada en base a una ecografía errónea.
De esa forma, revocaron la sentencia de primera instancia que admitió parcialmente la demanda interpuesta por una mujer que tenía prescripta una extirpación del ovario derecho por la presencia de un quiste y, durante la cirugía laparascópica, el médico decidió remover el ovario izquierdo, ya que, según explicó, el quiste se encontraba en dicho órgano.
Si bien en la historia clínica de la paciente se describió un proceso distinto al realizado por el médico, el fallo destaca que las imágenes prequirúrgicas informaban sobre un diagnóstico errado.
Los jueces Juan Carlos Dupuis, Fernando Racimo y Jose Luis Galmarini explicaron que la ecografía previamente realizada se constituye como un método complementario que no tiene un cien por ciento de certeza, más si el profesional no actuó con impericia porque en el quirófano, frente al hallazgo de una patología distinta a la inicialmente diagnosticada, pudo determinar que el ovario afectado por la patología era el otro, y en consecuencia, procedió a su remoción.
Los miembros del Tribunal le dieron la razón al demandado, quien argumentó que removió el ovario enfermo y no el sano y que el error se encontraba en la ecografía que al ser un método complementario no tiene el 100% de certeza, como sí lo tiene la visualización directa en el momento de la cirugía. La visualización de la laparoscopía es directa, señalaron.
Por último, los magistrados destacaron que la demandante firmó un consentimiento que autoriza al cirujano a "efectuar los procedimientos terapéuticos que mi estado requiera y que estime adecuado al mismo, pudiendo modificar lo planeado en caso de ser aconsejable en base a su opinión”.
Si bien en la historia clínica de la paciente se describió un proceso distinto al realizado por el médico, el fallo destaca que las imágenes prequirúrgicas informaban sobre un diagnóstico errado.