”Pido que se suspendan las extracciones de sangre y las transfusiones de sangre y que se destruyan todos los depósitos que hay en los bancos (de sangre) de Córdoba”, señaló Agüero en declaraciones periodísticas, quien aseguró además que por día “se pueden estar contagiando hasta diez personas con las transfusiones”.
En la ciudad de Córdoba, el pasado mes de abril se produjo el parto de una paciente en la clínica Sucre, oportunidad en que nació una niña y la madre fue sometida a una transfusión. Tiempo despues, la mujer recibió la noticia de que la sangre que le habían transfundido estaba contaminada con virus de HIV.
Desde los tribunales cordobeses no se descarta que el fiscal podría citar al ministro de Salud de la Provincia, Roberto Chuit, para interrogarlo sobre los controles de la cartera en la actividad sanitaria pública y privada.
En la causa hay cinco profesionales de la Clínica Sucre imputados, uno de los cuales, el médico Jorge Bordoni, se halla detenido con prisión preventiva.
El médico fue imputado como supuesto responsable del delito de propagación y contagio de enfermedad peligrosa, a título de dolo eventual.
Ese delito, contemplado en el artículo 202 del Código Penal, prevé pena de reclusión o prisión, de tres a 15 años, para quien “propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”.
Aparentemente, después de la transfusión a la madre durante el parto, el médico tomó conocimiento de que la sangre que había transfundido a la mujer estaba contaminada con HIV.
Sin embargo y pese a la gravedad de la situación, no informó de inmediato a la paciente, fundamentalmente para que dejara de amamantar a la beba frente a la probabilidad de un contagio de HIV. La madre de la criatura recién se enteró de la noticia el 19 de agosto pasado.