El magistrado murió en su residencia en Belgrano durante la madrugada de este martes. Tenía 26 años de trayectoria en la justicia federal. Sus causas más resonantes
"No se preocupe, yo tampoco llegué por concurso". Desde 1994, ese cartel marcaba su despacho en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 11 en Comodoro Py.
Claudio Bonadio, de 64 años murió este martes a las 6:20, en su casa de Belgrano, según confirmaron desde su entorno, convirtiéndose en el primer juez federal que murió en funciones desde el regreso de la democracia.
Al momento de su muerte, Bonadio se encontraba de licencia. A fines de enero, había comunicado que extendería sus vacaciones al menos hasta marzo.
Mónica, su secretaria, afirmó que la última vez que habló con él fue esta semana y lo escuchó bien, ya que estaba en tratamiento. Hecho que reafirma lo imprevisto y sorprendente de la muerte de uno de los jueces de mayor renombre y relevancia mediática de nuestro país.
Su partida, al igual que su amplia trayectoria, generó un fuerte impacto en los ámbitos judicial y político. Nació en 1956 y transitó su infancia en San Martín. Se recibió como abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y llegó a la Justicia federal en 1994 por designación del entonces presidente Carlos Saúl Menem.
Ese año accedió a la titularidad del Juzgado Criminal y Correccional Federal 11, donde se desempeñó hasta el día de hoy, pese a que estaba previsto que esté a cargo de un Juzgado Federal de Morón. Anteriormente, prestó tareas en la Secretaría de Asuntos Legales, dependiente de la Secretaría de Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación
Bonadio había llegado a ese puesto por designación del Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, cuando el sistema constitucional de nombramiento de magistrados era otro, ya que aún no existía el Consejo de la Magistratura. Ello fue el origen del cartel que desde entonces reza en la puerta de su despacho.
En su rol como juez federal, instruyó causas de determinante resonancia política como la de los llamados "Cuadernos de la Corrupción", la denuncia por traición a la patria y encubrimiento impulsada por el fiscal Nisman por la firma del Memorándum con Irán, Hotesur, Los Sauces, Dólar Futuro, la primera parte del encubrimiento del ataque a la AMIA, y la Tragedia de Once.
Además, Bonadio investigó a los hijos de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, Máximo y Florencia. La ex mandataria lo acusó de persecución política y lo calificó como el ejemplo del lawfare. Antes de desembarcar en la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández dijo que Bonadio era uno de los jueces que iban a tener que explicar sus fallos.
Los rumores sobre su salud empezaron a circular en los pasillos de Comodoro Py en mayo del año pasado, cuando se sometió a una intervención en la cabeza. Al retomar sus funciones, les dijo a sus colaboradores: “Los registros sobre mi muerte están exagerados”.
Mónica, su secretaria, afirmó al portal TN que la última vez que habló con él fue esta semana y lo escuchó bien, ya que estaba en tratamiento. Hecho que reafirma lo imprevisto y sorprendente de la muerte de uno de los jueces con mayor relevancia.
Los restos del magistrado serán velados desde las 12 en el cementerio Jardín de Paz, ubicado en la localidad bonaerense de Pilar.