El Tribunal Supremo de Suiza resolvió que las empresas deben pagar parte del alquiler de sus empleados si estos trabajan desde sus casas a petición de los encargados de las compañías.
En una sentencia del mes de abril, el Tribunal Supremo de Suiza dictaminó que una empresa debe abonar parte del alquiler a aquellos empleados que estén trabajando desde sus hogares por obligación de la propia compañía.
La demanda se inició cuando un trabajador le reclamó a su empleadora una compensación mensual del alquiler, debido a que había tenido que buscar un espacio más grande para poder llevar a cabo su trabajo. A pesar de que la compañía argumentó que nunca se llegó a ese acuerdo en el contrato inicial, el tribunal le dio la razón al empleado, obligando así a la empresa a pagarle un porcentaje del alquiler.
Los miembros del Tribunal sostuvieron que al estar trabajando desde casa los gastos crecen para el trabajador y, por ese motivo, los trabajadores pueden pedir una compensación con carácter retrospectivo si ya no trabajan en la empresa.
La sentencia no se inscribe en el marco de la pandemia por lo que no se contempla que se pueda pedir una compensación a causa del parón provocado por el covid-19, sino que se refiere a una labor de larga duración y a petición del empleador. Sin embargo, puede haber excepciones en casos especiales, como cuando alguien vive en un departamento muy pequeño y necesita ampliarlo para trabajar desde casa.
Los magistrados explicaron que la ley establece que las compañías deben hacerse cargo de todos los gastos que necesite un empleado para poder realizar sus tareas.
Al respecto, los jueces agregaron que al pedirle a los trabajadores que desarrollen sus actividades desde sus casas, las empresas están obligándolos a asumir los gastos de la oficina y los servicios gratuitos que allí se ofrecen, sin pagarles a cambio ningún tipo de compensación.
Los miembros del Tribunal sostuvieron que al estar trabajando desde casa los gastos crecen para el trabajador y, por ese motivo, los trabajadores pueden pedir una compensación con carácter retrospectivo si ya no trabajan en la empresa.