Lamine Diack, el exjefe del organismo rector del atletismo, y su hijo, quedaron en el centro de un escándalo de corrupción denominado "Protección total" en el que atletas rusos pagaron sumas de seis cifras para que sus nombres fueran borrados de las listas de dopaje. Diack, de 87 años, y quien dirigió la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) de 1999 a 2015, se presentó ante los magistrados franceses en el primer día del juicio, donde se leyeron los cargos de corrupción, lavado de dinero y abuso de confianza.Su hijo, Papa Massata, quien huyó de Francia a su Senegal natal después de que comenzó la investigación francesa, no estuvo presente. Una solicitud del abogado francés de Papa Massata de que el juicio se aplace porque las restricciones fronterizas del coronavirus impedían a sus colegas senegaleses estar presentes fue rechazada. Los fiscales alegan que Lamine Diack solicitó sobornos por un total de 3,45 millones de euros (unos 3,9 millones de dólares) a los atletas sospechosos de dopaje para ocultar los resultados de las pruebas y permitirles continuar compitiendo, incluso en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.