La Procuración Penitenciaria de la Nación y la Defensoría General de la Nación elaboraron una "Guía de Buenas Prácticas" para la atención de mujeres embarazadas y otras personas gestantes que se encuentran privadas de la libertad en la órbita del Servicio Penitenciario Federal.
En un trabajo conjunto, la Procuración Penitenciaria de la Nación y la Defensoría General de la Nación, presentaron una guía destinada al trato digno y acceso a la salud adecuado para las personas gestantes detenidas bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
El documento se elaboró luego del relevamiento que dio cuenta de la ausencia de protocolos específicos dirigidos a la atención y el cuidado de mujeres y otras personas gestantes que transitan su preparto, parto y/o postparto durante la privación de libertad; y fue remitido a a los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos, Salud, Seguridad y Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación y a la Interventora del SPF.
Los organismos coincidieron que el encierro carcelario implica restricciones sustantivas para el goce de los derechos de las personas detenidas que, en el caso de las mujeres, interactúan con otros vectores de desigualdad que las posicionan en una situación de mayor vulnerabilidad.
El documento resalta la importancia evitar la divulgación al personal médico y administrativo de los centros de salud extramuros de las causales que originaron la detención de las mujeres y otras personas gestantes, toda vez que la información de las causas judiciales penales no es pública.
En los lineamientos básicos, se pide brindar a las embarazadas información sobre su situación de salud en relación con su embarazo y evolución. En particular, sobre los controles médicos aconsejados y sus resultados, el estado de salud del feto, y recomendaciones generales y particulares para el normal desarrollo de la gestación.
Ello implica, entra otras cosas, "información sobre cuidado de la salud sexual y reproductiva a los fines de que la persona pueda tomar decisiones autónomas en estos aspectos de su vida, en particular, respecto de medidas de planificación reproductiva, métodos anticonceptivos, prevención y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual".
Asimismo, "deberán ofrecerse cursos de preparto, lactancia y cuidados del recién nacido/a, a todas las personas durante el preparto y postparto a los fines de ofrecerles información científicamente avalada sobre el proceso de embarazo, sus cuidados, pautas de alarma, controles, sobre el inicio y continuidad de la alimentación durante el embarazo y características generales de las personas recién nacidas, sus necesidades y cuidados, etc".
La guía contempla que las áreas de asistencia social de cada Unidad mantengan un listado actualizado de contactos familiares o sociales, a fin de coordinar su presencia al momento del inicio del trabajo de parto, para garantizar el acompañamiento.
En esa línea, piden que se resguarde la intimidad de las mujeres y otras personas gestantes durante la atención médica recibida, por lo que queda prohibida la permanencia del personal penitenciario en el consultorio o sala de atención durante la revisación, la realización de estudios, o durante el proceso de parto.
El documento resalta la importancia evitar la divulgación al personal médico y administrativo de los centros de salud extramuros de las causales que originaron la detención de las mujeres y otras personas gestantes, toda vez que la información de las causas judiciales penales no es pública.
Al respecto, agregaron que el personal penitenciario que intervenga en este proceso no asista a los establecimientos de salud extramuros con uniforme de servicio, a los efectos de prevenir situaciones de discriminación, estigmatización o maltrato que puedan llegar a sufrir las personas detenidas próximas a parir.