En una carta dirigida a la Corte Suprema, la magistrada acusó a la Cámara Nacional Electoral de "entorpercer" la labor de la Justicia con los protocolos aprobados para los próximos comicios. Para la jueza, los camaristas perjudican "a todos los que poniendo el cuerpo desde la trinchera y lejos de la comodidad de los despachos".
A cuatro días de las elecciones legislativas, la jueza federal con competencia electoral, María Servini de Cubría, le pidió a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que intervenga ante las “graves circunstancias que afectan el normal desenvolvimiento de las elecciones”, incentivadas por la Cámara Nacional Electoral (CNE).
Concretamente, Servini se pronunció en contra de los protocolos aprobados por la Cámara de cara a las próximas elecciones donde, entre otras cuestiones, detalló el protocolo a seguir en los lugares de votación y determinó que la justicia de cada provincia deberá decidir sobre la situación de las personas que concurran con síntomas compatibles con coronavirus.
La magistrada entendió que, con su actuación, la CNE pretendió perfilarse como la única autoridad competente para decidir en las cuestiones electorales y “solo consigue entorpecer” el trabajo de todas las personas implicadas en el proceso eleccionario.
“La intromisión constante de la Cámara Electoral solo consigue entorpecer el desarrollo de nuestra labor, perjudicando a todos los que poniendo el cuerpo desde la trinchera y lejos de la comodidad de los despachos donde se teoriza sobre la cuestión, trabajan denodadamente y muchas veces sin descanso, para poder concluir un proceso electoral exitoso que permita a la ciudadanía expresarse en las urnas”, remarcó Servini.
“Este afán de inmiscuirse parece tener como único motivo que la Cámara se transforme en el único órgano capaz de decidir sobre las cuestiones electorales todo el país”, agregó y le pidió a la máxima autoridad judicial del país que intervenga para garantizar la normalidad del proceso, “lo que resulta indispensable asegurar para garantizar la vida democrática de la Nación”.
En ese marco, Servini entendió que “la tutela constante de la Cámara Electoral no resulta necesaria y, por el contrario, resulta negativa cuando pretende implementar cuestiones que ya están decididas por cada juez”.