Los cuatro jueces de la Corte se reunieron con el ministro Martín Soria. El encuentro sucedió tras el envío al Congreso de un proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura y a la espera de que el Ejecutivo proponga el reemplazo de Elena Highton de Nolasco.
Por primera vez, los jueces de la Corte Suprema recibieron al ministro de Justicia, Martín Soria, con el objetivo de “restablecer el diálogo institucional”, según informaron.
Del encuentro, que tuvo lugar en el cuarto piso del Palacio de Justicia, participaron los ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Se trata de la primera reunión formal con el ministro, luego de ocho meses de haber asumido en el cargo.
Además se produce a horas del anuncio del envío al Congreso de un proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, y a la espera de que el Ejecutivo proponga el nombre de la persona que reemplazará a Elena Highton de Nolasco.
"La Corte tiene la posibilidad y la responsabilidad institucional de establecer plazos máximos para resolver, más aún cuando esta Corte resuelve más del 70% de los casos sin dar fundamentos", dijo Soria.
Durante 30 minutos, los supremos y el ministro participaron de la reunión “institucional”. A la salida, Soria apuntó contra el de funcionamiento de la Corte: “No podemos permanecer callados ante lo sucedido. La Corte retrasa durante años fallos de enorme trascendencia social, como el caso Blaquier o como hace ahora con el caso Maldonado. Mientras tanto, resuelve en tiempo récord fallos que sólo son urgentes para la corporación judicial, como el caso de los jueces Bruglia y Bertuzzi"
"La Corte tiene la posibilidad y la responsabilidad institucional de establecer plazos máximos para resolver, más aún cuando esta Corte resuelve más del 70% de los casos sin dar fundamentos", dijo Soria.
El titular de la cartera de Justicia también le entregó a los supremos un pedido de informes presentado por organismos de las Naciones Unidas. Según informaron, el documento señala la “profunda preocupación por la ostensible demora en que viene incurriendo la Corte Suprema en resolver las causas de lesa humanidad” y que esta situación “contravienen las obligaciones internacionales del Estado argentino” y “debilitan el estado de derecho”.
Como una muestra de la tensa relación entre el Alto Tribunal y el Gobierno, el ministro criticó duramente la “llamativa anticipación mediática de futuros fallos judiciales, tanto de la Corte como de los tribunales inferiores”, y se refirió a la última elección de autoridades del Máximo Tribunal: “El pueblo argentino es profundamente democrático: si la máxima autoridad del Poder Judicial se elige con dos auto-votos, difícilmente la sociedad recupere la confianza en la Justicia”.
Para Soria, “el Congreso puede sancionar todas las leyes que sean necesarias para reformar la justicia pero, si en última instancia, la Corte no tiene la voluntad y el compromiso de aplicarlas, seguiremos en la misma situación”.
Y concluyó: “Necesitamos una justicia ágil, que trabaje de cara a la gente, con perspectiva de género y que se ocupe de los problemas que le preocupan al pueblo, que lamentablemente dejó de confiar en la Justicia como una institución capaz de responderle a sus demandas”.