En la última reunión plenaria antes de la fecha límite impuesta por la Corte Suprema, el Consejo de la Magistratura aprobó un reglamento de funcionamiento de "contingencia” hasta que se logre la integración de 20 miembros o se apruebe una nueva ley. Todas las ternas de los concursos quedaron en "stand by".
El Consejo de la Magistratura de la Nación celebró el último plenario antes de que se cumpla la fecha impuesta por la Corte Suprema de Justicia en la sentencia que declaró inconstitucional la actual integración del órgano.
Cabe recordar que el Máximo Tribunal le ordenó al Congreso que sancione una nueva ley y le dio al Consejo un plazo de 120 días corridos para que adapte su composición a lo que disponía la ley 24.937, es decir, 20 miembros.
En estas últimas semanas, el Consejo inició los procesos electivos para completar la integración, tal como dispuso la Corte. Tanto el estamento de los magistrados como el de los abogados ya eligieron a sus representantes, mientras que académicos lo harán el lunes. Sin embargo, la situación es más compleja en relación a los consejeros del estamento político, ya que no existe consenso entre el oficialismo y la oposición de ambas Cámaras.
A esta situación se suma el reciente fallo del Juzgado Federal N°2 de Paraná que ordenó, a través de una precautelar, que el Congreso de la Nación se abstenga de nombrar los nuevos representantes. “Complejiza todo aún más”, afirman en los pasillos del edificio de Libertad 731.
El Senado, por su parte, le dio media sanción al proyecto impulsado por el Ejecutivo. El texto aún debe pasar por Diputados, lo que se podría demorar por la falta de consenso.
En este escenario, el Consejo no logró la integración ni el Congreso aprobó la nueva normativa antes del plazo límite fijado por Corte y, según la sentencia, lo actuado luego del próximo 15 “será nulo”.
En el Consejo de la Magistratura esperan expectantes cuál será el accionar de la Corte, especialmente del ministro Horacio Rosatti. Algunos deslizan que el Máximo Tribunal tomará inmediatamente las riendas de la presidencia del órgano a cargo de la selección y sanción de los jueces federales y nacionales.
En este contexto se reunió el plenario del Consejo de la Magistratura. Todo estaba dado para que se aprueben docenas de ternas para cubrir vacantes en todo el país, sin embargo, no se arribó a ningún acuerdo por “falta de consenso”. Estas ternas quedarán en “stand by” hasta que se resuelva el futuro del órgano.
“Llegamos al último día del funcionamiento ordinario y normal del Consejo”, anunció el consejero en representación del Ejecutivo, Gerónimo Ustarroz, quien sostuvo que la única solución “es una nueva ley”. “El Poder Legislativo tiene una oportunidad histórica de rencauzar la situación”, añadió.
Durante la reunión, el plenario aprobó un reglamento para el “funcionamiento mínimo” del cuerpo a partir de la próxima semana y hasta que se normalice la situación.
Por su parte, el diputado Pablo Tonelli destacó que el Congreso está “comprometido para sancionar una nueva ley” y así “solucionar la situación en la que se encuentra el Consejo”.
“La solución republicana y democrática es una ley orgánica aprobada en el Congreso”, explicó Tonelli y advirtió: “Espero que podamos seguir funcionando y que el Consejo no se paralice”.
La incógnita suprema
En el Consejo de la Magistratura esperan expectantes cuál será el accionar de la Corte, especialmente del ministro Horacio Rosatti. Algunos deslizan que el Máximo Tribunal tomará inmediatamente las riendas de la presidencia del órgano a cargo de la selección y sanción de los jueces federales y nacionales.
“Vienen días complejos y de mucha zozobra”, opinó el abogado Diego Marias.
Reglamento “mínimo y de contingencia”
Durante la reunión, el plenario aprobó un reglamento para el “funcionamiento mínimo” del cuerpo a partir de la próxima semana y hasta que se normalice la situación. “Es para dar certeza y no quedar acéfalos”, explicó el académico Diego Molea.
El texto garantiza un “esquema mínimo” e “indispensable de funcionamiento” que incluye la asistencia y soporte material de los tribunales hasta cuestiones vinculadas a la representación en juicio. Estas delegaciones –enumeradas y limitadas- quedaron en cabeza del actual presidente Alberto Lugones.
Sobre esta cuestión, la diputada Graciela Camaño explicó que sin el reglamento “se deja en indefensión al Consejo” y señaló la necesidad de “hacer algo transitorio”.
"Yo no pedí estas facultades, pero no voy a permitir que el Poder Judicial se pare", dijo Lugones y concluyó: "Capaz el presidente de la Corte viene el lunes a sentarse acá. Mi despacho va a estar disponible porque yo no usurpo lugares. pero el Poder Judicial tiene que seguir funcionando. Si no renunciemos y nos vamos a nuestras casas".