Alderete se presentó poco antes del mediodía en el juzgado federal a cargo de Jorge Ballesteros para ratificar la denuncia que había radicado, luego de conocer a principios de año una resolución que lo favorecía dictada por el magistrado Claudio Bonadío.
Bonadío había intervenido en una denuncia radicada por Monner Sans, según la cual Alderete había destinado unos 20 mil pesos mensuales al pago de honorarios del estudio de Carlos Arslanian, quien actualmente tiene a cargo su defensa en las múltiples causas que se tramitan ante la Justicia. Bonadío entendío que con las pruebas presentadas no se podía comprobar la existencia de delito y dictó el sobreseimiento, tras el cual Alderete efectuó su presentación. "Los que realizan falsas denuncias tienen que saber sus consecuencias", sentenció Alderete tras su permanencia de no mas de quince minutos en los tribunales, donde su presencia causó sorpresa, en particular en el juzgado federal de Adolfo Bagnasco, quien había intimado a la Dirección de Migraciones para que en el plazo de 24 horas le informara si el ex director del PAMI y otros diez ex integrantes del directorio habían abandonado el país. Alderete aprovechó la oportunidad para denunciar una "campaña" de persecución en su contra; para asegurar que no abandonó el país y que "siempre va a estar a disposición de la Justicia". "Esta es una campaña que no respeta el honor de las personas. Yo se que se va a hacer la luz", enfatizó y señaló que actualmente se traslada como cualquier otro ciudadano argentino "cuando tengo ganas".
En otro orden de cosas, hoy pudo saberse que en el juzgado de Bagnasco, donde Alderete es investigado, se recibió una voluminosa documentación referida a las actas y contratos realizados durante su gestión, que abarca el período de intervención entre enero y marzo de 1997 y las posterior normalización de la Obra Social.