Según el último informe de la Procuración Penitenciaria de la Nación, 2.127 personas se encontraban alojadas en centros de detención no penitenciarios. De ese total, 1.938 estaban detenidas en dependencias de la Policía de la Ciudad: 1.236 en alcaidías, 473 en comisarías y 273 en espera de alojamiento hasta finales de mayo. Las personas de este último grupo padecen una situación de gravedad, ya que permanecen esposadas las 24 horas del día en "oficinas", "quinchos", "depósitos", "lactarios", "subsuelos", "guardias internas", entre otros lugares inapropiados. La capacidad declarada de las alcaidías era de 783 personas, lo que implica que a fin de mayo la sobrepoblación fue de 453 plazas. En cuanto a las comisarías, su capacidad ideal era de 243 cupos, registrando un hacinamiento de 230 personas. En cuanto a la situación procesal, el 58,5% de las personas detenidas alojadas en dependencias de la Policía de la Ciudad se encontraba cumpliendo prisión preventiva, en tanto que el 32,4% estaba a la espera de resolución judicial y el 9,1% de los privados de libertad tenían condena.