“No pudimos acceder al expediente ni controlar las supuestas pruebas”, dijo a Diariojudicial.com el abogado Blanco, y aseguró que “aunque se trata de una causa de más de 23 años no existe una definición judicial sobre la calificación de los hechos”.
“Hacemos el pedido para que cese la detención o bien que de una vez por todas el juez exhiba para el control de la defensa las supuestas pruebas”, remarcó Blanco.
Además, el defensor adelantó que analiza supuestas irregularidades en la instrucción de la causa, que podrían llevar “en muy pocos días” a la presentación de una denuncia contra el juez Bonadío por varios delitos, entre ellos “abuso de autoridad”, explicó Blanco.
Sin certezas
Para Blanco, “las pocas disposiciones judiciales a las que tuvimos acceso no llevan a ningún tipo de certeza sobre la real imputación y mucho menos sobre las pruebas”, por eso decidieron forzar los tiempos para que en 24 horas el juez decida la situación de Perdía y Vaca Narvaja.
Es que los mecanismos procesales en esta causa no están claros, porque aunque comenzó instruyéndose con el viejo código de procedimientos, el año pasado la Cámara Federal resolvió pasarlo al nuevo ordenamiento, aunque la decisión fue apelada por la defensa de militares detenidos en el mismo proceso.
Por eso, si bien a Vaca Narvaja y Perdía se le respetaron garantías dispuestas en el actual código, sus abogados no pudieron participar de audiencias testimoniales porque el juez se acogió a disposiciones del ordenamiento anterior.
Para los defensores, en tanto, ambos ex detenidos están siendo juzgados por el “código viejo” por lo que técnicamente ya están procesados, y sólo resta saber en esta etapa si el juez les dicta o no la prisión preventiva.
Fuentes judiciales explicaron que el juez “no piensa resolver todavía” la situación de los ex líderes montoneros, aunque aceptaron que la movida defensista en pos de la excarcelación (que debe contestarse manaña) acelera los tiempos.
Más testimonios
Fuentes de la causa adelantaron asimismo que el juez Bonadío prepara interrogatorios para una extensa lista de ex montoneros, entre ellos algunos sobrevivientes de la malograda “contraofensiva” y otros ex militantes que volvieron al país con la instauración democrática.
Algunos declararon en la última semana y otros, como el reciente diputado nacional electo Miguel Bonasso, ya habían testimoniado antes de la sorpresiva detención de los ex dirigentes montoneros, que incluyó un pedido de captura internacional para el ex jefe de la organización, Mario Firmenich, quien sigue prófugo de Interpol en algún lugar de España, según aseguró su abogado en Buenos Aires, Gustavo Maradini Drago.
El defensor del ex líder guerrillero presentó la semana pasada un pedido de eximición de prisión para Firmenich, que fue denegado por Bonadío y apelado por la defensa ante la Cámara Federal.
La causa
Bonadío asegura que cuando Firmenich, Vaca Narvaja, Perdía y otros lanzaron la llamada “contraofensiva” y favorecieron que cayeran en manos de los militares, entre otros, Ricardo Zucker, hijo del fallecido actor Marcos Zucker- Marta Libenson, Lorenzo Viñas -hijo del escritor David Viñas-, el sacerdote Jorge Adur, Julio Genoud, Horacio Campiglia y Mónica Pimus de Binstock, estos dos últimos secuestrados en Brasil en el marco de la Operación Cóndor.
La sospecha judicial indica que Firmenich, Vaca Narvaja y Perdía a principios de 1980 ya sabían que la infraestructura del grupo en el interior del país “estaba tomada por los servicios” de inteligencia de la dictadura, puesto que algunos militantes montoneros habían caído secuestrados al volver en 1979.