La denuncia se basó en una ley de 1998 que obliga a los proveedores de conexiones a internet y a universidades a identificar a los responsables de grabar y difundir música sin permiso de autores ni empresas, en tanto que sospechan que los acusados grabaron o dejaron grabar de sus computadoras al menos mil piezas musicales.
Los programas de obtención de música comprimida (MP3), vgr. Napster, permiten a un usuario de Internet descargar de las computadoras de cualquier otro usuario del mundo los temas que se deseen copiar, con el único requisito de tener el mismo programa y estar también conectado a la web, transacciones por las que las empresas y autores no obtienen ningún rédito.
La Asociación de la Industria del Disco de Estados Unidos, defensora de los intereses de importantes estudios discográficos como Universal, Sony, Warner, BMG y EMI, anunció a fines de junio una nueva ofensiva en su lucha contra la difusión de canciones en la Red en detrimento de los derechos de autor.
Sin embargo, esta es la primera vez que la industria discográfica arremete directamente contra particulares para defender los derechos de autor y la propiedad intelectual de los artistas, según precisó el presidente de esta asociación, Cary Sherman, en el transcurso de una conferencia de prensa en Washington.
En este sentido Sherman aclaró que “no se trata de querellas criminales sino que son demandas civiles destinadas a obtener compensaciones económicas”, presentadas ante los tribunales de la justicia federal de Estados Unidos.
De esta forma, estas acciones emprendidas por las compañias discográficas en Europa y mas precisamente en España van teniendo eco en nuestro continente. Cabe destacar que empresas discográficas con asiento en éste último país, interpusieron recientemente acciones de este tipo contra particulares en post de la defensa de los derechos intelectuales de sus representadas.