FUNCION TRASNOCHE. Caras de cansancio y poco sueño se pudo ver el martes en la sesión de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, que planeada para las 11 de la mañana comenzó muy cerca de las 12, dado que lo consejeros con paso lento y de a poco fueron llegando al recinto. Todos aducían que el retraso se debía a lo tarde que había terminado, el lunes, la lectura por parte del Jurado de Enjuiciamiento de la sentencia de la causa del ahora ex juez Roberto Murature, que fue destituido. La lectura de la decisión del tribunal demoró más de lo esperado, ya que anunciada para las 16.30, terminó pasada la medianoche en una amansadora que capturó a consejeros, y distintas personalidades que querían saber que suerte correría el magistrado de instrucción. Pero, según se comentó en el Consejo, para el futuro el Jury cambiará la mecánica en la lectura de sentencias, ya que hasta ellos mismos se sorprendieron por el tiempo que demoró la causa de Murature. Al parecer la idea imperante es que se lea sólo la sentencia, y que los considerandos y fundamentos sean consultados por los interesados mediante las copias que remite el propio tribunal. Parece que fue el abogado Beinusz Szmukler quien ideó esta alternativa planteándosela a sus pares de comisión, los que no dudaron en verla de manera satisfactoria. Los propios miembros del cuerpo coincidían en que es innecesario soportar horas y horas de lectura cuando las sentencia del Jury son de fácil acceso, tanto en papel como en formato digital. Lo que un perpicaz observador se encargó de señalar es que con casi un solo caso promedio por año, los miembros del Jury terminaron haciendo alharaca por una vez que tuvieron que quedarse hasta tarde. Que les pregunten si no a los diputados y senadores si no (quienes justamente no se caracterizan por su laboriosidad) cuántas veces y hasta qué horas debieron trasnochar en maratónicas sesiones. A bostezar muchachos!
ELECTRIZANTES Resultaron las audiencias de la última semana en el juicio por el atentado contra la AMIA, donde como nunca en una instancia abierta y pública como un proceso oral los agentes de la secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) sacaron sus trapitos al sol y desnudaron la cruda interna entre “salas” del organismo de inteligencia vigente a la época del atentado y que continuó hasta bien entrada la administración De la Rúa. Así, desfilaron por la audiencia los excluidos de la extinta “Sala Patria” –dedicada a la inteligencia en el exterior- y los victoriosos de “Contrainteligencia” –encargados, como su nombre lo indica, de espiar a los espías. Y la historia, como no podía ser de otra viniendo de espías otrora en las sombras, es distinta según quien la cuente. Para los de “Contrainteligencia”, ganadores a la larga de la batalla entra bandas, el juez Juan José Galeano y sus opositores de “Sala Patria” se pusieron de acuerdo para inculpar a los policías bonaerenses y enterrar la llamada “pista siria”, la muy publicitada línea investigativa que a través de “Albertito” Kanoore Edul llevaría a las insondables profundidades de la comunidad siria en la Argentina y su consecuente inserción en ésta del ex presidente Menem y su familia. Tentador. Pero las cosas no son ni blancas ni negras, esta versión también tiene sus grises. Dicen, por ejemplo, cerca del juez Juan José Galeano y en los cuarteles de las querellas de AMIA y DAIA que la mentada “pista siria” se investigó en 78 cuerpos del expediente, muchos de los cuales fueron escritos por los muchachos de “Contrainteligencia”. Por eso no convenció el actual jefe de ese grupo, Antonio Stiusso, dijera que le sacaron ese expediente para cerrarlo. “Estuvo dos años con esa pista y no logró nada” repetía en los pasillos de Comodoro Py 2002 un joven abogado del equipo querellante. Como si lo hubiera escuchado, tras el cuarto intermedio en el que el letrado daba rienda suelta a su ira, Stiusso aseguró que como desde la administración Duhalde retomó el expediente ahora tiene “media pista” (sic). Dijo que están casi listos para “unir” a Kanoore Edul y su entorno con personajes ligados al prófugo agregado cultural de Irán en Buenos Aires, Moshen Rabbani. La revelación del espía (hoy virtual número tres de la SIDE kirchnerista motivó más de una mirada de estupor en la audiencia (nutrida como no sucedía desde hace mucho) que siguió sus dichos en el auditorio-sótano de los tribunales federales. “Si yo fuera Kanoore Edul, comenzaría a correr”, comentó con sorna el mismo abogado ya más tranquilo. Cursiosamente Edul transitaba por esa semana otras dependencias judiciales, pisos arriba en el edificio de Comodoro Py, donde un tribubal oral en lo penal económico le concedió la excarcelación luego de haber estado más de tres años preso por haber librado cheques sin fondos y otros delitos de carácter económico. Igual, la infidencia pública del espía sonó destemplada. ¿Por qué, si está tan seguro de lo que tiene, lo cuenta a cuatro vientos? No cierra. El que ya puso el grito en el cielo es Galeano, que ya le pidió al secretario Sergio Acevedo que le remita “todo lo nuevo” sobre la pista que tan bien promocionó su subordinado. Al cierre de esta edición, no había obtenido respuestas...
PORQUE TE QUIERO TE APORREO. La protesta de los ahorristas frente a Talcahuano 550 se está volviendo un dolor de cabeza para los trabajadores del Palacio de Justicia. Lejos de poner en duda ese justo reclamo, las cosas parecen estarse yendo de cauce para los policías, porteros y personal de limpieza y mantenimiento. Corriendo de un lado a otro, comunicándose por handy para bloquear tal o cual puerta, no dan abasto con la demanda que exige constantemente esta histórica edificación, antes, durante y después de los cacerolazos, martillazos y huevazos. Medio centenar de ahorristas reclamaron días pasados frente al Palacio de Tribunales la devolución de sus depósitos en moneda extranjera. Tras el paso del malón, los grabados hechos por los manifestantes en las paredes más que alarmar, sorprendieron a más de uno. La bronca se plasmó en duras frases convertidas ya en rimas, donde se cuestiona el honor de los altos magistrados en certeras estrofas. Las pancartas, cacerolazos y los martillazos contra las columnas de alumbrado no les permitió sin embargo traspasar las puertas de edificio por las vallas colocadas por la Policía. En los estribillos contra bancos y jueces, y en favor de la devolución de sus ahorros y de la resolución de los amparos, no se salvaba ni el honor sexual de los que ellos suponen que trabajan con desidia, acusándolos de obrar premeditadamente en forma lenta. Sin embargo, los pasamanos que acompañan a quienes deciden ingresar por el acceso de Talcahuano, fue más respetada que nunca. Es que dos días antes la rotura de estas añosas barandas de bronce se cobró la detención de varios ahorristas, doblemente indignados en ese momento por lo que suponían una duplicación de la injusticia padecida. Y como saldo de las protestas los perjudicados por la manifestación de otros perjudicados resultaron ser los encargados de limpiar y blanquear nuevamente la fachada del edificio, quienes lija gruesa y brocha en mano, tras el paso de la furia, borraron las huellas de la bronca por orden suprema.