De esta manera, la sentencia revoca el fallo del Juzgado de lo Penal nº 1 de Mataró que condenó al empresario y al arquitecto de la construcción a un año de prisión para cada uno y al pago de una indemnización para el trabajador de 380 mil euros por el delito de lesiones imprudentes, al estimar que no existían medidas de seguridad para la realización del trabajo.
El accidente ocurrió en julio de 1999, cuando Enrique Pociño Ferrera se encontraba cerca de un hueco de una ventana colocando baldosas y, para llegar al techo, se subió a un caballete del que resbaló precipitándose al vacío desde una altura de tres metros y medio, quedando tetrapléjico.
El fallo anterior señalaba que el empresario y el arquitecto sabían que "no había medidas de seguridad en el hueco de la ventana" y que la barandilla de protección que había "consistía en unos quitamiedos con placas metálicas y unos transversales de madera", en tanto que el trabajador durante el juicio aseguró que no pidió que se respeten esas pautas de seguridad porque “lo hubieran puesto en la calle", prefiriendo callarse por miedo a "que lo despidieran".
En consecuencia, en la anterior instancia se basaron en el informe que realizó la Inspección de Trabajo, que constataba que "la causa principal del accidente fue la falta de protección en el hueco de la fachada del edificio", lo que generaba "un grave e inminente riesgo de caída de los trabajadores", concluyendo la pericia que "no había medidas para proteger a los trabajadores de la obra.
Tras recurrir los empresarios el fallo ante la Audiencia de Barcelona por entender que "la desgraciada e irreversible temeridad" del propio trabajador "fue la circunstancia que justificó la tragedia", este tribunal resolvió que "no puede aceptarse" que el trabajador "niegue su comportamiento imprudente con base en que los acusados no le habían proporcionado medio alguno de seguridad" ya que consideró que "subirse para realizar su trabajo en un caballete", situado "próximo a un hueco en una fachada sin protección alguna", es una "conducta clamorosamente imprudente".