Fuentes de la cámara confirmaron que el tema “ya está en estudio de los jueces” y no descartaron novedades para esta semana o la que viene.
Es que la Cámara debe resolver si deja caer el procesamiento, tal como lo reclama la defensa, o por el contrario lo agrava también al delito de “asociación ilícita” como lo pidiera el fiscal Miguel Ángel Osorio.
Además, en marzo o a lo sumo abril de 2004 deberá enfrentar su primer juicio oral y público, por la que muchos consideran la madre de todas las causas contra la ex secretaria de Estado: el enriquecimiento ilícito, que la encontraría detenida.
Como se informó en su momento, el Tribunal Oral Federal 4, integrado por los jueces María Cristina San Martino, Leolpoldo Bruglia y Horacio Vaccare resolvió rechazar todos los planteos de nulidad, prescripción e inconstitucionalidad interpuestos por la ex funcionaria y hasta adelantaría la fecha de comienzo del proceso para principios de marzo.
Ahora, si los camaristas Horacio Luraschi, Martín Irurzún y Eduardo Cattani entienden válidas las razones del fiscal Osorio sería una suerte de reentrada a la arena de las causas de fuerte repercusión social de una figura controvertida: la de la asociación ilícita. Desde que la Corte Suprema la volteó en la causa Armas, su uso a la hora de procesar ex funcionarios se restringió notablemente.
La otra alternativa es que el Tribunal atienda las razones de la defensa y revoque el procesamiento, algo que en los pasillos de Tribunales se considera altamente improbable si se tiene en cuenta las maniobras de desvío de fondos y sobreprecios que se detectaron en la causa, tal como fueron relatadas por el juez Canicoba Corral.
Pero hay una tercera vía, un terreno gris sobre el que los pronósticos no son tajantes. Es que para decretar la prisión preventiva de María Julia, Canicoba tuvo en cuenta que la acumulación de procesamientos y causas abiertas hacía presuponer que la ex funcionaria podía evadir la acción de la justicia a la hora de afrontar un juicio oral.
Por eso, la mandó a la División Delitos Complejos de la Policía Federal a pesar que el delito de peculado tiene una mínima excarcelable. La alternativa es –entonces- que los camaristas confirmen el procesamiento, pero revoquen la decisión de mantenerla en prisión.
Esa es, por lejos, la alternativa que más ilusiona a la Alsogaray, y tal vez sea la explicación de una movida judicial que sorprendió a varios y es que la defensora oficial Perla Martínez de Buck en lugar de interponer un pedido de excarcelación apuntó directamente a cuestionar los presuntos delitos por los que se le dictó el procesamiento.
Lo que se especula es que, de confirmarse esta alternativa, la Cámara Federal dejaría poco margen para que otro juez o acaso el mismo Tribunal Oral del enriquecimiento ilícito la vuelva a enviar a prisión preventivamente. De hecho, ya detenida, fue procesada en otra causa –por irregularidades en la gestión al frente de la liquidación de Entel- e indagada en una tercera, por supuestas pasantías truchas con la Universidad de Lomas de Zamora.
Lo que sí está claro es que, cualquiera sea la variante que la Cámara Federal considere justa, Alsogaray y sus cuitas judiciales serán una de las noticias del verano judicial que, dicen, se entrevé tranquilo.