En este sentido, Esquivel felicitó la iniciativa del Juez Garzón porque entiende que “podría sentar un precedente histórico en un mundo que sólo crea tribunales ad hoc para juzgar casos puntuales como los de Yugoslavia o los juicios de Nuremberg, auspiciados por los vencedores que tanto inflingen la legalidad internacional”.
Entre otras cosas, el Nobel de la Paz recordó la necesidad de respetar el derecho internacional, “ya que la multitud de tratados, pactos y convenciones que no se cumplen dañan gravemente al resto de la humanidad, porque el común denominador en este mundo es la impunidad de los poderoso frente a los débiles”.
Sobre la negativa de los Estados Unidos de evitar ser alcanzado por el Tribunal Penal Internacional, criticó que el principal argumento esgrimido por ese país haga referencia exclusiva a la necesidad de garantizar la inmunidad de sus tropas desplegadas por todo el mundo.
Además, Esquivel manifestó su descontento por la presión que Estados Unidos ejerció para que Bélgica se retirara de la iniciativa de juzgar a Ariel Sharon por crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino.