Según fuentes judiciales, la medida del magistrado no habría caído bien en el club de Santander, entidad que interpuso la denuncia con el fin de que se investigar qué había pasado los días previos al partido Racing-Celta, en el cual el equipo visitante se jugaba puntos importantes para evitar el descenso a la segunda división.
El partido en cuestión concluyó con un empate cuatro a cuatro y como dato sustancial fue expulsado Mario Regueiro, jugador a través del cual se habría intentado canalizar el soborno.
La decisión del juez Fraile se produjo después de que los dos principales protagonistas de toda la historia, Regueiro y Burgos, se enfrentaran en un careo en los estrados judiciales, en el cual los dos jugadores mantuvieron sus posiciones. El arquero recalcó que sólo llamó al jugador español y en tono de broma le pidió que cometiera un penal y por su parte el zaguero aseguró que el argentino le ofreció 90 mil pesos para ir a menos.
Los jugadores y sus instituciones podrán apelar la medida dispuesta por el juez, si tiene la intención de que el caso se siga investigando.